Unas veces para bien y otras para mal. Wall Street actuó ayer de freno para las pérdidas en Europa al abrir la sesión en tono positivo como consecuencia de las compras animadas por los resultados empresariales. Eso permitió que, al otro lado del Atlántico, el día se saldara finalmente con un rojo mucho menos intenso del que podría haber sido.

El Ibex terminó con un descenso del 0,31% tras haber llegado a perder cerca del 2%, con los grandes valores del ladrillo liderando las caídas en una jornada en la que el juez admitió el concurso necesario instado por un acreedor de la inmobiliaria Nozar. Eso terminó por sembrar el miedo en el conjunto de las acciones del sector. El indicador bursátil español acabó en 8.349 puntos con un retroceso en sintonía con sus homó- logas del continente, que vieron cómo sus números rojos adelgazaban con el avance de la sesión.

Los grandes del ladrillo fueron los más penalizados de la sesión con caídas del 6,11% para ACS y del 2,71% para Sacyr-Vallehermoso. Ferrovial recortó el 0,91%, mientras que OHL se mantuvo al margen al revalorizarse el 1,5%.

El tono positivo lo pusieron de nuevo los valores que representan a la banca, que tras el castigo de los últimos días y la subida generalizada de anteayer consiguieron volver a cerrar por segunda jornada en positivo. Banesto fue el más alcista, al mejorar el 2,79%, algo más que el 1,16% que subió el Popular y el 0,47% de Bankinter.

Las empresas con mayor capitalización registraron una evolución dispar en una sesión en la que se negociaron 3.491 millones de euros. Los dos grandes bancos siguieron la tendencia de su sector al anotarse sendas mejoras del 2,79% (BBVA) y del 1,59% (Santander). Repsol repuntó el 6,21% tras el anuncio de sus descubrimientos en Argelia, mientras que Iberdrola cerró plana en 6,15 euros y Telefónica retrocedió el 2,98%. Fuera del índice selectivo, Montebalito perdió el 7,13%, algo más que el 7% de Metrovacesa.