Tras una reunión de casi tres horas en el Banco de España, la consejera gallega de Hacienda, Marta Fernández Currás, anunció ayer el desbloqueo de la fusión entre las dos cajas de la comunidad autónoma, Caixa Galicia y Caixanova, atascada por problemas de reparto de poder en la entidad resultante. La conselleira dijo que el nuevo consejo de administración será "equilibrado y paritario" y constató la "voluntad" por parte de los representantes de las dos cajas de ahorros de llegar a un acuerdo de fusión. Sin embargo, quedó sin concretar el reparto de los cargos, el periodo de transición y dónde estará la sede de la nueva entidad fusionada.

Horas antes, el presidente del Gobierno se había comprometido a "hacer el máximo esfuerzo" para culminar esta fusión. El principal escollo era la demanda del presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, de 78 años, de mantenerse en la entidad cinco años más. Zapatero evitó "prejuzgar" si "este señor u otros" debían seguir, aunque demandó que "todo el mundo esté a la altura de sus responsabilidades". Para Rajoy, "lo importante" de la fusión es que al Banco de España "le parezca bien". "Tendría su gracia que esto no se llevara a término porque un señor quiera ser el presidente. Aquí las razones personales son inaceptables", añadió.