La de ayer fue la jornada número 13 consecutiva de subida del Ibex 35. Aunque con menos fuerza que en anteriores sesiones, el índice dio de nuevo una alegría a los inversores. En el sprint final del día, el Ibex pudo con la superstición --el número 13 no da para que suenen las campanas-- y repuntó el 0,05%.

A pesar de ello, el principal selectivo no aguantó la resistencia de los 8.100 puntos (cerró en los 8.076). Pero lo cierto es que aguantó por encima de la cota psicológica de los 8.000 puntos. Fue una jornada con poca definición en la que las abultadas caídas de determinaros valores no terminaron por dinamitar una nueva gesta histórica del índice que hace pensar a muchos que lo peor de la tormenta ya ha pasado. Los próximos días de cotización dirán si esto es así.

Las subidas en algunos valores terminaron por imponerse a las caídas de otros. Al BBVA, cuya cúpula está de gira por EEUU, no le fue excesivamente bien en casa, ya que cerró el día cediendo el 0,3%. Otro de los grandes valores del Ibex, Repsol, también acabó en rojo al perder el 0,45%. Mientras, el Santander y Telefónica se anotaron avances del 0,91% y del 0,46%, respectivamente.

Las mayores caídas fueron a parar al sector de las compañías de servicios públicos. Solo Gas Natural, inmersa en la operación de compra de Unión Fenosa, que incluye una ampliación de capital, registró un repunte del 2,95% y se salvó de la quema de las energéticas. Enagás cedió el 3,51%, la bajada más grande del índice, a la vez que Endesa e Iberdrola recortaron más del 2%. Fue un porcentaje de pérdida similar al 2,18% que se dejó Iberdrola Renovables.

Fuera del principal índice bursátil, en el mercado continuo, el protagonismo fue para las inmobiliarias, tanto en lo positivo como en lo negativo. Testa fue la mejor de toda la bolsa al subir cerca del 20%. El contraste fue Reyal- Urbis, que se dejó el 6%, lo mismo que Afirma, que bajó otro 6%.