El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso calmar ayer a los consumidores y aseguró que el próximo incremento del recibo de la luz "se acercará más a la subida del índice de precio al consumo IPC" que al 11,3% propuesto por la Comisión Nacional de Energía (CNE). Zapatero dijo, en una entrevista con la cadena SER, que el Gobierno socialista "gradúa los momentos y toma las decisiones pensando en los ciudadanos y en los consumidores".

El IPC acumula una subida del 4,7%. El incremento del 11,3% de la tarifa eléctrica propuesto por la CNE responde a la necesidad de acabar progresivamente con el déficit de tarifa (la diferencia ente el coste de la energía y lo que se paga por ella). El presidente Zapatero recalcó que ninguno de los porcentajes de los que se ha hablado (un alto cargo de Energía llegó a citar el 20%) será "la cifra que adopte el Gobierno", aunque recalcó que es consciente de que el coste de producción es más elevado.

El jefe del Ejecutivo se refirió también a la previsible desaparición de la tarifa nocturna que, según la propia CNE, puede causar a algunos de los clientes incrementos de hasta un 70% si no hay compensaciones. Zapatero aseguró que conocía la inquietud por esta medida, pero recordó que es una iniciativa de la UE y que en España se han ampliado las horas en función de las rentas, lo que supondrá un ahorro para el consumidor.

El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, advirtió de que el incremento de la tarifa previsto para julio es "una subida sobre una subida", ya que se acumula a la del 3% de enero.

El montante del déficit tarifario se eleva a 14.000 millones de euros, cantidad que pagan poco a poco todos los consumidores mediante el propio recibo de la luz en los ejercicios siguientes, lo que a su vez contribuye a incrementar la factura. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, expondrá el miércoles en el Congreso las medidas con las que prevé acabar con esa situación.

El ministro ya ha avanzado que, para solucionar el problema del déficit, se reducirán los costes que se pagan mediante la tarifa. A ese ajuste contribuirán consumidores, empresas y Administración. A los ciudadanos les tocará sufrir un aumento de precios. A las empresas eléctricas se les exigirá que asuman parte del ajuste con medidas que permitan un mercado eléctrico eficiente. Y la Administración tendrá que asumir algunos conceptos de la tarifa a cargo de los Presupuestos Generales del Estado.