El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró hoy que abaratar el despido en España, como ha pedido la patronal, no ayudará a recuperar la confianza en el sistema financiero y aseguró que no reformará el mercado laboral sin los sindicatos y empresarios.

En rueda de prensa en Naciones Unidas, Zapatero respondió así a las declaraciones del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, quien había apostado por "flexibilizar" y "abaratar" la extinción del contrato laboral en España.

Zapatero vio lógico que, cuando se atraviesa un periodo de dificultad, haya diversas propuestas, pero consideró necesario que se enfoque correctamente el "meollo" del problema, que es la falta de confianza en el mercado financiero.

"Si me piden mi opinión, esa propuesta, sinceramente, creo que no ayudaría a recuperar esa confianza que necesita el mercado financiero", subrayó. Zapatero, que insistió en que cualquier reforma del mercado laboral se abordará en la mesa de diálogo social, hizo hincapié en que la "clave" de la actual situación -"para España, Irlanda, Brasil, Alemania, y no digamos para Estados Unidos"- es lograr que el crédito no se bloquee para que empresas y familias puedan seguir financiando sus inversiones y sus gastos.

Ante quienes le han criticado por vanagloriarse en Nueva York de la solidez del sistema financiero español, Zapatero aseguró que "no se trata de presumir, sino de decir lo que tenemos".

Como hizo ayer ante empresarios y bancos de inversión estadounidenses, aseguró que el sistema español es "comparable al más sólido de las economías desarrolladas", como lo demuestra en que todas las entidades financieras españolas "están resistiendo" mientras que la mayoría de otros países han tenido casos de bancos que "se han venido abajo".

En su opinión, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, debería sumarse a esta apreciación, ya que el éxito alcanzado no es fruto del trabajo de ningún gobierno, sino de una "tarea colectiva de la democracia" que diseñó el sistema de supervisión y control del Banco de España sin el que "a estas alturas habríamos tenido serios problemas".

Ayer exhibió también el incremento en la renta per cápita española y bromeó al decir que se había superado a Italia, "cosa que deprime mucho al primer ministro (Silvio) Berlusconi" y que el objetivo era alcanzar a Francia en tres o cuatro años, algo que, dijo, "no lo quiere ni oír nuestro amigo (Nicolas) Sarkozy".

Ante las críticas de Rajoy, que consideró que no era necesario "meter el dedo en el ojo" a los presidentes de otros países, Zapatero pidió al líder del PP "un poco se sentido del humor"; "puede que le vaya mejor", apostilló.

Los primeros ministros, añadió, "tenemos sentido del humor y hacemos referencias a las circunstancias de nuestros países; y funciona bien". El presidente del Gobierno aprovechó también la rueda de prensa para defender los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año y garantizó los incrementos anunciados en las inversiones de infraestructuras, políticas sociales, pensiones mínimas y becas.

Su Gobierno puede hacerlo, según apuntó, porque ha ahorrado en el pasado para hacer un esfuerzo de gasto cuando llegan circunstancias difíciles.

"Puede haber otros gobiernos que hayan gastado sin límite, pero eso no es responsabilidad del Gobierno que yo presido", manifestó Zapatero, en lo que podría ser una referencia al Ayuntamiento de Madrid que anunció ayer que retrasará "por la crisis" todas las obras públicas presupuestadas para 2008 no adjudicadas todavía.

El presidente del Ejecutivo español aseguró que con su Gobierno "ni las grandes infraestructuras ni las grandes políticas sociales van a tener una limitación; van a crecer, porque es la manera de apoyar a quienes más dificultades pueden tener y de hacer que el país se modernice".