Fue algo más que una foto. El presidente del Gobierno y los de las principales empresas y entidades financieras tocaron ayer el mismo acorde para defender la solvencia de la economía española y asumieron sus responsabilidades para llevar tranquilidad a los mercados y a los organismos internacionales. José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió a realizar las reformas pendientes con la "mayor celeridad posible" y a aplicarlas "con toda determinación".

Los empresarios, que asumieron que la exportación es la palanca indispensable para poder salir de la crisis, defenderán en el exterior la "fortaleza" de España y contribuirán a la competitividad de la economía. "Hoy se ha fortalecido la confianza", aseguró el jefe del Ejecutivo, a propósito de una reunión de unas cuatro horas de duración que "tendrá efectos" en un futuro próximo.

El encuentro fue "extremadamente útil", en palabras de Zapatero, y se volverá a repetir dentro de dos o tres meses. Este fue también el sentir general de la mayoría de los asistentes, que en el encuentro hablaron sin tapujos y con detalle de los problemas y posibles soluciones para aplacar los mercados y salir de la crisis.

AUSTERIDAD Y TRANSPARENCIA Hubo un "compromiso recíproco" por la estabilidad de la economía española que tiene tres pilares, según Zapatero: reducción del déficit público mediante la austeridad y transparencia de todas las administraciones, completar con urgencia las fusiones de las cajas de ahorro y finalizar la reforma del mercado laboral --el presidente animó a los empresarios a aplicar la "flexibilidad interna" que facilita la nueva ley-- y del sistema público de pensiones.

Los asistentes vieron al presidente decidido a sortear las dificultades, así que le apremiaron, y también le dieron su apoyo, para tomar las medidas que sean necesarias. Más de uno de los asistentes destacó la importancia de que toda la sociedad se implique en un "cierre de filas" que contribuya a dar confianza a los mercados internacionales.

El presidente replicó que tiene la "misma voluntad de dialogar que de actuar", aunque a preguntas de los medios de comunicación se mostró escéptico sobre la actitud del principal partido de la oposición y un posible encuentro con Mariano Rajoy. "Las reuniones son útiles si hay voluntad de diálogo", afirmó, porque con el PP "son más importantes las decisiones que las imágenes". "¿Tiene propuestas y voluntad de acuerdo? Espero que sí", subrayó.

Todos los presentes sabían de la importancia de no dejar el menor interrogante sobre la solvencia de España después de una tensa semana de presiones especulativas que han alimentado todas las dudas. Ayer, de hecho, el rotativo Financial Times se debatía sobre si Rodríguez Zapatero era "muy valiente o muy tonto".

En su editorial, el diario británico recordaba que el presidente del Gobierno español ha afirmado que los que especulan contra España "van a perder hasta la camisa". Pero se planteaba un interrogante: "¿Cómo es de vulnerable España a la crisis de la eurozona?".

Los compromisos adquiridos ayer podrán verse a corto plazo. El próximo 24 de diciembre estarán en marcha las nuevas entidades surgidas tras una fusión de las cajas que está llevando "el ritmo adecuado" y que no solamente ocupó buena parte de las intervenciones de los presentes, sino que para el Ejecutivo es determinante para "ganar confianza" en los diferentes organismos internaciones.

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