El Gobierno estudió el anteproyecto de ley que impedirá que se cobren pensiones diferentes en las autonomías, aunque dejó abierta la posibilidad de que éstas puedan conceder ayudas de tipo asistencial para beneficiar a los más necesitados. La reforma no afectará, sin embargo, a aquellas autonomías que tengan aprobados los complementos de las pensiones.

El ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, presentó ayer en el Consejo de Ministros la reforma de la Ley General de la Seguridad Social en la que se consagra la "unidad, solidaridad e igualdad" del sistema de pensiones contributivas y no contributivas.

El texto legal señala que "cualquier prestación de carácter público que tenga por finalidad complementar, ampliar o modificar las prestaciones económicas de la Seguridad Social forma parte del sistema" de la misma.

El ministro de Trabajo explicó que el objetivo de esta reforma es garantizar que "los españoles tengan la misma pensión vivan donde vivan" y recordó que una sentencia del Tribunal Constitucional autorizaba al Gobierno central a "adoptar las medidas convenientes para evitar posibles efectos disfuncionales como consecuencia de la acción normativa de las autonomías".

El ministro aclaró que el Gobierno "no impedirá que las autonomías tomen decisiones en materia de asistencia social", siempre y cuando esas ayudas no se conciban como un complemento de la pensión y se otorguen "por otro concepto".

Zaplana, que se mostró dispuesto a comparecer en la Comisión del Pacto de Toledo para explicar sus últimas propuestas, negó que se hubiera roto el consenso en materia de pensiones. "Para nada se ha vulnerado el espíritu de esos acuerdos, porque lo que se está haciendo es desarrollarlos", concluyó.