El ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, aseguró ayer que, si el Partido Popular gana las próximas elecciones generales, el Gobierno de Mariano Rajoy pondrá en marcha "inmediatamente" una serie de "reformas sociales fundamentales" que, en el caso de las pensiones, tendrán como referente los cambios que se están realizando en Alemania y Francia.

Los gobiernos de ambos países europeos han planteado medidas para limitar el gasto de las prestaciones sociales. Estas reformas han suscitado una fuerte reacción en contra por parte de los sindicatos.

El ministro se refirió al desarrollo del Pacto de Toledo, en donde, entre otras cuestiones, los partidos han dejado abierta la posibilidad de ampliar el periodo de cálculo de las pensiones a toda la vida laboral del trabajador.

ADVERTENCIA

Según los grupos de la oposición y las centrales sindicales, esta medida rebajaría hasta un 15% las prestaciones y, por tanto, reduciría el gasto público. Los expertos del Ministerio de Trabajo ya han alertado de la posibilidad de que los ingresos del Seguro no lleguen a cubrir los costes después del año 2015.

Zaplana aprovechó su participación en un foro formado por empresarios convocado en Barcelona por el Grupo Intereconomía para dejar claro que "hay que profundizar en reformas tremendamente necesarias porque lo peor para un gobierno es el conformismo". A pesar de que los futuros cambios normativos en España "tienen el camino más o menos marcado ya", Zaplana matizó que hay que abordar los cambios mediante el diálogo social.

El ministro indicó que el calendario de las reformas dependerá de las negociaciones que se iniciarían la próxima primavera, aunque algunas fuentes próximas al Ejecutivo han indicado que el 2005 es el año más probable para poner en marcha una reforma laboral.

Además del desarrollo del nuevo Pacto de Toledo por parte del Ejecutivo, los sindicatos y las patronales, Zaplana tiene sobre la mesa peticiones de cambios legislativos realizadas por los sectores de automoción y del textil, que podrían formar parte de esta reforma laboral y que tendrían como objetivo aumentar la flexibilidad productiva. Zaplana indicó ayer que algunas de estas medidas se pondrán en marcha sin esperar a la próxima legislatura.

SERVICIO DE OCUPACION

Otro de los cambios legales será la modernización del servicio de empleo público. La ley general de empleo, que ayer aprobó el Congreso de los Diputados, permitirá que el Inem sea más eficaz, que sea de verdad un intermediario laboral, que gestione las ofertas de trabajo y, por tanto, no sólo se limite a apuntar las demandas de los parados, según explicó ayer el ministro.

Zaplana defendió el nuevo modelo de formación continua que sustituirá a la antigua Forcem porque pondrá las ayudas públicas al alcance de las pequeñas y medianas empresas, que hasta ahora sólo recibían el 5% de los fondos para cursos de trabajadores en activo.