La zona euro perfilaba anoche los últimos detalles de un mecanismo europeo permanente de estabilización financiera para proteger a sus estados miembros de los ataques especulativos de los mercados, que podría movilizar unos 500.000 millones de euros. La propuesta de Alemania de involucrar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en ese mecanismo y la resistencia de Berlín a ofrecer garantías ilimitadas nacionales en el caso de que otros países de la zona necesitaran ayuda estaba retrasando las negociaciones.

La Comisión Europea propuso a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) crear una especie de fondo monetario europeo, que estaría respaldado con garantías conjuntas de los estados de la zona euro para poder disponer de una capacidad de intervención superior a los 60.000 millones que permite el presupuesto comunitario. Sin embargo, ese sistema de garantías conjuntas sin limites de los países miembros topó con la oposición alemana.

MINISTRO HOSPITALIZADO Las negociaciones además se complicaron con la hospitalización inesperada del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, poco después de llegar a Bruselas, por una reacción negativa a un medicamento. A Schäuble le sustituyó en la negociación el ministro de Interior, Thomas de Maizière.

Los Veintisiete confiaban que el establecimiento de un mecanismo de estabilización financiera, sumado a los compromisos de varios estados, como España y Portugal, de adelantar la reducción de sus déficit públicos, devuelva hoy la serenidad a los mercados financieros y detenga la caída del euro, que perdió un 5% frente al dólar la semana pasada.

El objetivo de ese fondo financiero europeo es "preservar la estabilidad, la unidad y la integridad de la zona euro en su conjunto", según el proyecto de reglamento al que tuvo acceso este corresponsal.

La ayuda financiera se materializará mediante un crédito o una línea de crédito al estado afectado, que asumirá todos los costes asociados.