El borrador de la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) después de 2020 prevé una limitación de los pagos directos a un máximo de 60.000 euros por explotación. Así mismo, contempla la concesión obligatoria de un pago redistributivo para las primeras hectáreas. Sería anual, desacoplado y por hectárea. Sería una modalidad de pago degresivo en el que las explotaciones más grandes cobrarían algo menos por hectárea que las explotaciones más pequeñas. Es más, serían los estados miembros los encargados de definir la cantidad a pagar por hectárea y los tramos de números por cada hectárea. Este borrador se ha filtrado a finales del mes de abril desde la Comisión Europea bien como descuido bien como globo sonda a fin de anticipar el comportamiento de los actuales preceptores. Precisamente éstos, y en referencia a Extremadura, se han opuesto frontalmente a la nueva política dado que supone una merma importante en las prestaciones que actualmente se reciben. Cuando aún estamos arrancando la anterior PAC ya tenemos encima de la mesa la que vendrá en 2 años hasta 2027 y arrastra la rebaja del Brexit o salida de Gran Bretaña de la UE. Está claro que hay tiempo para actuar y presionar, pero que vamos a tener que soportar una rebaja ya empieza a asumirse.