La asociación de familiares de víctimas del accidente del Yakovlev-42, en el que fallecieron 62 militares españoles cuando regresaban de una misión humanitaria en Afganistán el 26 de mayo de 2003, denunció ayer en la Audiencia Nacional a los dos generales a los que Defensa les encargó la recuperación de los restos de los fallecidos en Turquía. Los familiares acusan a esos mandos de prevaricación y falsificación de documentos.

Los denunciados son el jefe del equipo de identificación, el general Vicente Navarro, y el subdirector general de Política de Defensa, José Antonio Beltrán. Carlos Ripollés, el presidente de la asociación, explicó que se les acusa de prevaricación porque no se hizo una prueba de ADN para identificar a los fallecidos cuando 30 de los 62 cadáveres no eran reconocibles de ninguna otra forma.

También se les acusa de ocultar la información recogida en el Protocolo de Examen de Cadáveres, Autopsia e Identificación incorporado al sumario que sigue la justicia turca y en el que se habla de la mezcla de algunos restos de distintos fallecidos y se precisa que las autoridades turcas recogieron muestras de los tejidos de todos los cadáveres para cotejar el ADN con el de sus familias.

La acusación de falsificación de documentos se fundamenta, según Ripollés, en el hecho de que los informes de necropsia que entregados a los familiares y al Parlamento no se corresponden con los informes oficiales de la justicia turca. Además de presentar la denuncia, los familiares han reclamado a Defensa que les facilite un avión para viajar a Estambul y acudir al Instituto de Toxicología para identificar a las víctima y asegurarse de que han enterrado los restos de sus familiares.

EXPLICACIONES DADAS Ni José María Aznar ni el ministro de Defensa, Federico Trillo, que se refirieron ayer al accidente, hablaron de esas denuncias y reivindicaciones. El presidente se limitó a acusar al PSOE de "remover los muertos" por interés electoral. Aznar añadió: "Han pasado más de ocho meses de aquella tragedia y Defensa ha dado todas las explicaciones que se le han pedido y seguirá haciéndolo, pero hay que dejar descansar en paz a los muertos".

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, mostró su indignación por "que las familias de las víctimas tengan que sufrir el zarpazo verbal de Aznar". Felipe Alcaraz (IU) calificó las palabras de Aznar de "esperpénticas".