Por una sociedad más justa, por una mayoría absoluta que acabe con la "extrema derecha" en España y, sobre todo, para garantizar el desarrollo extremeño. Esos fueron los tres argumentos más repetidos ayer por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y el exjefe del Gobierno regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Los tres participaron en un mitin en Mérida, al que asistieron unas 500 personas, y en el que también intervinieron el alcalde emeritense, Angel Calle, y la candidata al Senado por Badajoz, María Ascensión Murillo.

El ministro subrayó que unas de los objetivos del PSOE para la próxima legislatura es "equilibrar" el Este y el Oeste de España. Y para ello, puso como ejemplo a Extremadura, que "es un modelo a seguir y donde se ha instalado un discursos para armar a España como país". Además, pidió el voto para los socialistas para "seguir invirtiendo en infraestructuras en Extremadura, y trabajar por todos los ciudadanos, no solo para unos pocos, como hace el PP". En este sentido, aseguró que la comunidad extremeña estará "en el corazón de la alta velocidad ferroviaria" que el Gobierno se ha marcado para el año 2010.

A este respecto, Fernández Vara señaló que con un Gobierno socialista el proyecto extremeño está garantizado, porque "prefiero negociar la financiación autonómica, que calculo que habrá que empezar a negociar en verano o antes, con Solbes que con Pizarro, que ha dicho que desprecia a los extremeños". Al comenzar su intervención se produjo la protesta silenciosa de una veintena de trabajadores del psiquiátrico de Mérida que mostraron escritos para exigir el traspaso del centro al SES.

Además, el presidente extremeño reiteró la necesidad de que el PSOE siga gobernando porque "un país se construye a base de derechos, no solo de cifras, trabajando por una sociedad más justa y solidaria".

Antes, Ibarra apeló a los jóvenes a "aprovechar la oportunidad histórica de acabar con la extremeña derecha en España", abogó por lograr "mayoría absoluta para no depender de minorías nacionalistas insolidarias" y reclamó el voto al PSOE para "que no se paralicen los proyectos en la región".

Estos mismos argumentos fueron utilizados también por Calle y Murillo en sus discursos.