El expresidente del Gobierno José María Aznar retomó ayer su ataque sostenido contra José Luis Rodríguez Zapatero. Esta vez evitó alusiones directas a la guerra civil y trasladó la acusación de que el presidente ha dividido a España en dos bandos anteriores a la época de la transición. Eso sí, mantuvo que todo voto que no vaya al PP lo recibirán los terroristas. Aznar acusó al jefe del Ejecutivo de gobernar para dividir, "alimentando rencores pasados".

En un mitin en Móstoles, Aznar afirmó que "no se puede gobernar enfrentando unos con otros" y recordó que el pacto de la transición se hizo para "sellar heridas del pasado y mirar al futuro". Recordó el expresidente otra ruptura: la de la "política para la derrota de ETA", que consideró la "más dolorosa porque implica el desprecio a las víctimas del terrorismo". El presidente, según él, engañó a todos, "a su partido, a sus militantes y votantes" que "no sabían que desde el 2002 ya estaba negociando con Batasuna, es decir, con ETA".

Anteriormente, el secretario general del PP, Angel Acebes, quiso echar un capote al exjefe del Ejecutivo y adujo que el presidente del Gobierno está "todos los días hablando de la guerra civil y de su abuelo" y debe asumir "las consecuencias". Añadió que Aznar se ha limitado a "constatar la realidad" y aseguró que ese clima de "división" social del que alertó el expresidente existe porque Rodríguez Zapatero lo ha creado al "reabrir heridas del pasado".

MITIN EN JAEN Mariano Rajoy también arremetió contra Zapatero desde Jaén antes de que lo hiciera Aznar. El líder del PP interpretó la llamada a la prudencia lanzada por el presidente como un intento de "machacar al PP". E interpretó que lo hace porque "no tiene ni una sola idea positiva para mejorar la vida de los ciudadanos". Rajoy aseguró que el PSOE ha orientado su campaña a derrotar a su partido, "sin aportar ninguna propuesta, mientras que nosotros no vamos contra nadie".