A Montserrat Corulla, abogada de 36 años, se la ha bautizado como la dama de Marbella. Considerada por el juez del caso Malayatestaferro de Juan Antonio Roca, el presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella, el pasado año pasó cinco meses en la cárcel, de la que salió bajo fianza. Escuchas telefónicas revelan que se movía con agilidad en el mundo del urbanismo, sobre todo en Madrid y Murcia. Compraba palacetes para rehabilitarlos y venderlos como hoteles de lujo a través de sociedades creadas por Roca, de las que cobró 178.000 euros.

Según consta en el sumario, presumía de sus contactos con la administración madrileña para recalificar terrenos. Y cita a un tal "Alberto", al que no se identifica. Al tratar con un hotelero la compra del frontón Beti-Jai en Madrid, le sugiere: "Se puede hablar con Alberto para un cambio de suelo".