La complejidad de las combinaciones posibles que siguen a unas elecciones municipales y autonómicas impide hacer un primer balance de urgencia que abarque todas las implicaciones de estos comicios. Hay ya, sin embargo, algunas lecciones que extraer. Primera: el PP ha ganado en número de votos en las municipales, pero no así en número de ediles. Rajoy obtiene una victoria, pero los pactos poselectorales pueden perjudicarle. Además, no se olvide que en las municipales del 2003 el PSOE ganó en número de votos, pero luego su victoria en las generales del 14 de marzo del 2004 se atribuyó a las consecuencias políticas del atentado del 11-M y no a la inercia positiva que ya llevaba el PSOE. Es, pues, un error hacer estas lecturas, aunque este tipo de resultados sí son un aviso para navegantes, para unos y para otros.

Segunda: en el País Vasco la sorpresa relativa es que ANV los aberzales apoyados por HB, no supera el 8% de los votos y queda como cuarta fuerza después de PNV, PSE y PP. Tercera: en el mapa autonómico no hay grandes cambios. PSOE y PP mantienen sus posiciones con la incógnita de lo que suceda en Navarra. Cuarta: que casi un 40% de los votantes no acudan a las urnas es un dato que debería preocupar a todo el mundo. En síntesis, los ciudadanos se han decantado por elegir a administradores eficaces en unas instituciones que ya administran el 50% de los presupuestos generales del Estado y han ignorado los grandes temas nacionales que agitaron la campaña.