El diario "The Wall Street Journal" lamenta las divisiones políticas y sociales en España, en un editorial que publica hoy, en el que habla de las tareas pendientes para los próximos 4 años tras la "convincente" victoria electoral del Partido Socialista (PSOE) de José Luis Rodríguez Zapatero.

"Una economía antes en auge, ahora se enfría. Los españoles se vuelven en contra de los inmigrantes. Las políticas sociales y autonómicas del señor Zapatero han polarizado el país. El separatismo catalán y el terrorismo vasco ponen en duda el futuro del país como estado unificado", asegura el diario económico.

"The Wall Street Journal" alaba a Rodríguez Zapatero por no haber "deshecho las reformas de mercado de sus predecesores" y por aplicar "una política fiscal disciplinada". Sin embargo, señala que España, que "ha creado más puestos de trabajo que cualquier otro país de la UE en los últimos años, ahora los pierde a una velocidad récord. El crecimiento podría reducirse este año del 3,8 por ciento al 2 por ciento (a la vez que) la inflación está por encima del 4 por ciento".

El rotativo financiero internacional con sede en Nueva York critica que "en el primer mandato (de Zapatero) los socialistas hicieron poco para sacar a España de la sobredependencia del sector de la construcción". Las actuales propuestas del PSOE para la creación de trabajos mediante obras públicas y para la devolución de una parte de los impuestos "podrían aliviar el dolor durante un tiempo, pero no conducirán al crecimiento sostenible", opina el periódico.

"The Wall Street Journal" también critica al Partido Popular, por haber "intoxicado el debate sobre la inmigración, asunto en el que el señor Zapatero ha demostrado un liderazgo inspirado". El diario neoyorquino considera que "sería una pena que el primer ministro ahora se echase atrás en una de las políticas de inmigración más progresista de Europa".

Las tensiones en España

El editorial, que lleva el título de "La división en España" afirma que otro reto para Rodríguez Zapatero en la próxima legislatura será el de "cerrar las fisuras sociales que se han abierto en los últimos cuatro años". "Desgraciadamente, el señor Zapatero no da ninguna muestra de pretender suavizar su celo en la política social", comenta.

"Sus esfuerzos agresivos por imponer el matrimonio gay, el divorcio exprés y los derechos de adopción para los homosexuales levantaron las tensiones con la Iglesia, cuyos puntos de vista son compartidos por gran parte de la población", sostiene el editorial. Rodríguez Zapatero "también ha despertado los fantasmas de la historia al presentar la compleja guerra civil española en crudos términos ideológicos", agrega el diario. "Con Cataluña y el País Vasco presionando para separarse, España tiene problemas suficientes para mantener la cohesión sin que su jefe de gobierno se esfuerce en ampliar las divisiones internas", comenta.

El "Wall Street Journal" también aconseja a Zapatero que se reconcilie con la oposición para potenciar el papel de España en el ámbito internacional. El editorial señala que el líder socialista "causó la ira de Washington y otros aliados con su retirada, no coordinada y repentina, de las tropas españolas en Irak", y que "perdió amigos en París y Berlín cuando Jacques Chirac y Gerhard Schroeder fueron desbancados del poder por líderes proestadounidenses". Sin embargo, "los intereses de España en América Latina, y su creciente peso económico en Europa significan que un líder responsable en Madrid puede esgrimir una influencia considerable". "Zapatero -opina el Wall Street Journal- aún no ha aprovechado esa posibilidad".

Junto con este editorial, el diario publica un artículo de opinión escrito por Ramón Pérez Maura, adjunto al director del diario español ABC, el decano de la prensa madrileña, en el que afirma que tras las elecciones, la imagen que se percibe de España es "la de un país roto". Un país en que "la victoria del señor Zapatero es consolidada por el Partido Socialista de Cataluña (PSC), cuyas lealtades a España en su conjunto son encontradas y cuyo manejo del poder (en Cataluña) será posible sólo mientras conserve el apoyo de los separatistas catalanes", escribe Pérez Maura.

Se trata, afirma, de "un país cuyo gobierno actual y futuro no se atreve a hacer frente al separatismo vasco, ni mostrarse listo para asumir los retos económicos que tiene delante, ni recuperar para España un papel en los asuntos mundiales". "Para España hoy, no hay motivo para la alegría", sentencia Pérez Maura.