La Guardia Civil vigiló la furgoneta bomba que ETA quería hacer explotar en Madrid desde que cruzó la frontera francesa por el municipio de Puigcerdá (Girona), pero no la detuvo hasta que confirmó que su destino era la capital de España, según señalaron ayer fuentes policiales. El furgón, cargado con media tonelada de explosivos, transitó por carreteras de Cataluña y Aragón antes de ser interceptado, la madrugada del domingo, en Cañaveras (Cuenca).

Fuentes del Ministerio del Interior no aclararon si el aviso llegó a la Guardia Civil desde las autoridades francesas o si se trata de información procedente de una infiltración en las filas de la banda terrorista.

El vehículo fue robado el pasado 27 de noviembre en el departamento francés de Correze, a unos 160 kilómetros al este de Burdeos, según fuentes de la investigación citadas por la agencia de noticias Vasco Press. Gorka Vidal e Irkus Badilla, los etarras detenidos, recogieron la furgoneta el pasado sábado ya transformada en una bomba rodante en una localidad no precisada del departamento francés de Aude (Languedoc).

Luego se dirigieron al paso fronterizo situado entre Bourg- Madame y Puigcerdá, y desde allí usaron carreteras secundarias, atravesaron Aragón y llegaron a Cañaveras. La Guardia Civil no les interceptó antes porque esperó a saber su destino por el recorrido y sólo supo que iba a Madrid cuando entró en Cuenca. También porque, según explicaron fuentes policiales antiterroristas, se estima recomendable proceder a las detenciones de presuntos etarras, si es posible, antes de que lleguen a una ciudad, en lugares apartados pero que ofrezcan garantías, y en horas de poco tráfico.

Fuentes jurídicas explicaron a la agencia Europa Press que los detenidos pretendían hacer estallar la bomba a las 13.30 horas de ayer en la capital de España. El ministro del Interior, Angel Acebes, precisó que los etarras querían atentar en una zona industrial situada entre Madrid y Alcalá de Henares.

DUDAS DE AZKARRAGA Por su parte, el consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga (EA), expresó ayer sus "dudas" sobre la operación de la Guardia Civil contra ETA. Azkarraga consideró extraño que las furgonetas pudieran atravesar España pese a que las carreteras estaban "colapsadas" por el temporal de nieve y fueran interceptadas "curiosamente" en Cuenca.

Acebes reaccionó con indignación ante las palabras de Azkarraga y aseguró que debería "darle vergüenza" de dudar de la operación contra ETA. El ministro del Interior añadió que "poner en duda el trabajo policial es algo absolutamente indigno".