Presidente de día y candidato de noche". Quince de mayo, festividad de San Isidro. En el ecuador de la campaña, el candidato socialista, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, acudió a Navalmoral de la Mata para avalar el proyecto político de uno de sus actuales consejeros en el Ejecutivo autonómico, Javier Corominas, como candidato a la alcaldía de la capital de Campo Arañuelo.

Casi 1.400 kilómetros a su espalda en esta campaña electoral. Ibarra no quiso variar la fórmula en el inicio de su discurso. Y lo hizo porque asegura estar convencido de que su idea de Extremadura ha calado en Extremadura.

Sin embargo, anoche introdujo novedades y no dejó pasar alto las últimas declaraciones de ETA. "Hoy tres encapuchados han hablado, pero con más debilidad de nunca. ETA se acaba definitivamente, pero cuando éstos se acaben empieza el plan secesionistas de Ibarretxe y es ahora cuando realmente empieza el calvario político".

Ante esta situación, Ibarra reiteró su compromiso de apoyo al presidente del Gobierno, José María Aznar, "porque ahora cuando se necesitan dirigentes autonómicos con peso para evitar que este país se destroce. Soy muy extremeño, pero profundamente español".

20 AÑOS DE GESTION

Rodríguez Ibarra recordó que en estos 20 años de autogobierno y autonomía se ha hecho un esfuerzo suplementario de imaginación, confianza y adaptación que ha permitido recuperar el tiempo perdido. En ese sentido, el cabeza de lista del PSOE en Extremadura destacó el esfuerzo que este proyecto ha supuesto partiendo con un siglo de diferencia respecto a otros territorios.

Para ello insistió en la importancia de acumular la inteligencia de los jóvenes extremeños para transformar en valor y riqueza. Una fórmula que considera que es necesario cambiar desde la escuela, preparando a las nuevas generaciones para hacer frente a los retos que vienen. "Ahora hay mucho futuro para esta tierra".

Bajo estas pautas, Rodríguez Ibarra quiere que Navalmoral sea el escaparate "en el que se mira este proyecto" de los socialistas extremeños con el empleo, la vivienda y las políticas de bienestar social como principales ejes vertebradores.

PROYECTO PARA NAVALMORAL

Un mensaje de futuro que también aprovechó Corominas para transmitir su preocupación por el futuro de la comarca ante las incógnitas que depara el sector tabaquero o el posible cierre de Cetarsa. En su compromiso, transmitió la importancia de que en este proceso también participe la población inmigrante, en condiciones de igualdad con el resto de la ciudadanía de Navalmoral.

Ibarra llegó a Navalmoral sabedor de que los resultados obtenidos en las elecciones en 1999 fueron los segundos peores desde que en 1983 iniciara su carrera política al frente de la Junta de Extremadura. Aún así, un 45% de los electores moralos que ejercitaron su derecho a voto le ofrecieron su confianza. En esos comicios, el líder del PSOE superó sólo en 0,7 puntos a Juan Ignacio Barrero, el candidato del Partido Popular.

Ibarra tenía trabajo extra, sobre todo porque en las elecciones generales de un año después, los populares superaron en más de 14 puntos los resultados obtenidos por los socialistas. El presidenciable a la Junta del PSOE volvió a pedir el voto para el proyecto que quiere para la Extremadura del siglo XXI, donde prometió trabajo para seguir acortando distancias con respecto a las autonomías de la vía rápida .

"Hemos dado un salto espectacular pero no podemos ignorar el lugar del que partíamos hace 20 años. Hemos pasado de tener 10.000 a 57.400 empresas y ahora Extremadura debe seguir apostando por una transformación industrial que la asiente como región moderna y competitiva".