Plaza de toros de Cáceres. Felipe González repite como hiciera en las elecciones del 99 para avalar la gestión del candidato socialista, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien ayer cambió su discurso para dar un paso más en el fraude detectado en el sector tomatero extremeños. Ibarra garantizó la inocencia en este caso del director general de Política Agraria Comunitaria, José Luis Quintana, y vinculó a algunos de los detenidos con los órganos de dirección del PP en Extremadura.

La respuesta de los populares no se hizo esperar. En Villanueva de la Serena, el líder del PP, Carlos Floriano, salió al paso de las acusaciones de Ibarra minutos después de hacer esta denuncia en Cáceres. "Si tiene pruebas que lo denuncie, que diga el nombre y si pertenece al PP al día siguiente estará fuera del partido".

Ante las críticas recibidas en los últimos días, al dirigente socialista no le tembló el pulso y ofreció su apoyo para el esclarecimiento del fraude. "Si quieren una comisión de investigación, adelante con los faroles".

En su intervención, Rodríguez Ibarra lamentó que los populares criminalicen la vida política poniendo "nombres y apellidos a un director general al que no le ha acusado ni la Guardia Civil, ni la justicia". Ante esta situación, el secretario general del PSOE extremeño pidió que se aplique la misma vara de medir en la investigación de esta trama de la que desvinculó a la Junta de Extremadura y de la que recordó que tuvo lugar bajo la gestión del Ministerio de Agricultura.

FAENA ELECTORAL

En faena electoral, Ibarra pidió que Cáceres no se quede fuera del proyecto que los socialistas tienen para Extremadura. "Quiero hacer de Cáceres que sea el buque insignia que necesita esta región". Una oferta para la nueva candidata cacereña, Carmen Heras, quien aseguró que el PP sabe que "vienen aires de cambio" y prometió una ciudad más abierta y que sea capaz de crear complicidades con sus ciudadanos.

Salvo en las elecciones de 1983, en la España del cambio de Felipe González, Cáceres siempre fue una plaza complicada para los socialistas. Es una de esas ciudades en las que efecto Ibarra se difumina entre un electorado con una clara línea conservadora.

En 1999, el voto de los cacereños en las autonómicas no dejó opción a la duda. Mientras a Rodríguez Ibarra le votaba un 34% de los electores de Cáceres, la candidatura liderada por Juan Ignacio Barrero obtenía un respaldo superior al 52%.

CIERRE CON FELIPE

El mitin, al que acudieron en torno a 5.000 personas de toda la región extremeña, lo cerró Felipe González. El expresidente estuvo más didáctico y menor cercano al discurso popular de etapas anteriores.

En su intervención, González recordó la España del chapapote, la del conflicto en Irak, la de un partido que ha hecho de su gestión pura propaganda. En ese sentido, fue muy crítico con la falta de sensibilidad del PP al hacer política "porque cuando la gente los necesitan, están de cacería".