La campaña electoral en la capital cacereña no es como las demás. Bien es cierto que los partidos políticos que optan a la alcaldía son los mismos que en el resto de Extremadura. Pero Cáceres tiene a Antonio Población, el Jesús Gil cacereño , que se ha empeñado en amargarle la vida al resto de alcaldables.

Es un primerizo en el panorama político. Sus métodos no son los clásicos de los políticos a la usanza tradicional: mítines y entrevistas sectoriales. Este cacereño de 51 años se gasta su dinero en invitar a los cacereños a jamón, patatera y cerveza; monta fiestas technos y sevillanas; compra entradas de los partidos del Cáceres de baloncesto, que luego regala, y todo aquello que se le vaya ocurriendo con tal de conseguir entrar en el consistorio, donde puede ser la llave del gobierno municipal.

Constructor, es un amante de los toros (empresario taurino y apoderado de toreros) y ve los negocios a su manera (montó una carnicería en plena crisis de las vacas locas ). A Población le gusta el contacto directo, el tú a tú con el votante, y se presenta ante él como un amigo. Populista, desde luego sabe cómo llamar la atención para no pasar inadvertido. La legislatura, con él, seguro que estará animada.