José Luis Rodríguez Zapatero relacionó ayer el atentado islamista contra la Casa de España en Casablanca (Marruecos) con el apoyo de José María Aznar a la guerra de Irak. En un mitin celebrado en Valladolid, el líder del PSOE acusó al presidente del Gobierno de incorporar a España a "la lista de los objetivos del terrorismo internacional" por respaldar la línea belicista de Estados Unidos. El sábado, tras la masacre de Casablanca, la ejecutiva del PSOE advirtió de que la lucha antiterrorista debe debatirse "en el Congreso de los Diputados, no desde la tribuna de un mitin".

Apenas 24 horas ha resistido el pacto de no agresión entre el PSOE y el Gobierno. Después de que el vicepresidente Mariano Rajoy le invitara a rehuir esta polémica para evitar una psicosis de atentados en España, el sábado Zapatero ofreció su apoyo al Ejecutivo y no asoció las acciones terroristas en Marruecos a la guerra de Irak. Sin embargo, ayer se sumó a la tesis de dirigentes socialistas como Jesús Caldera o José Blanco, que desde el primer momento acusaron a Aznar de convertir a España en objetivo del terrorismo integrista.

"Lamentablemente, ya estamos en la lista de los objetivos del terrorismo internacional", afirmó ayer Zapatero tras recordar que, a cambio de respaldar la ocupación de Irak, Aznar ha logrado que Washington incluya a Batasuna en su relación con terroristas.

EL APOYO A BUSH

El líder socialista pidió a Aznar que reflexione sobre su apoyo al presidente de EEUU, George Bush, y revise su estrategia en estos "momentos cruciales para el país". El PSOE exige que el presidente vaya al Congreso a debatir sobre el terrorismo internacional.

Denunció Zapatero que intervenciones militares como la de Irak --"mal planteada y un error claro"-- sólo causan "odio y fanatismo", a su juicio "la peor arma de destrucción masiva". Por eso pidió el "voto preventivo" para garantizar que "nunca más" un Gobierno español avale una guerra ilegal al margen de la ONU.

Ante unos 5.500 simpatizantes que no llenaron el aforo del Polideportivo Pisuerga de Valladolid, el secretario general del PSOE calificó de "ejemplar" la determinación de su partido frente al terrorismo de ETA, y se comprometió a no avalar nunca a quien se salte la legalidad, sea la que emana de la Constitución y los estatutos o la que determina la ONU.

REDUCIR LA ADMINISTRACION

En el capítulo de promesas electorales cara a las generales del 2004, Zapatero prometió reducir el gasto corriente del Estado y el tamaño de la Administración, porque a su juicio lo importante no es cuánto poder se detenta, sino cómo se gestiona. También aseguró que si gobierna será "implacable" ante los abusos de la contratación temporal.