Por la mañana, en Tenerife, ante 2.000 personas y, por la noche, en Las Palmas, ante cerca de 4.000. El candidato del PP a las elecciones del 9-M, Mariano Rajoy, protagonizó ayer dos mítines en las islas, apenas unas horas después de que hubiera llegado a las costas tinerfeñas un cayuco con 131 africanos a bordo. Y no tuvo duda de que este era el lugar idóneo para hacer hincapié en su férreo discurso sobre inmigración: "Estoy a favor de la inmigración y de que vengan a España los que quieran ganarse la vida. Pero una cosa es estar a favor y otra, que esto se convierta en una pesadilla".

Así, advirtió que será "implacable" en esta materia. E igual de "implacable", afirmó, será para intentar poner freno a la violencia machista. Un fenómeno que ha vuelto a las primeras páginas de los periódicos a raíz de los asesinatos de cuatro mujeres en 24 horas y que, ayer, entró en campaña.

LA NUEVA LEY, "INSUFICIENTE" De hecho, el líder conservador llegó por la mañana a Tenerife y, antes de dar las buenos días, apuntó: "Ayer por el martes, fueron asesinadas en España cuatro mujeres. Quiero condenarlo y transmitir mi solidaridad, como cualquier persona decente y normal. No llega con una ley. Se necesitan juzgados, policías y medidas preventivas". En este contexto, afirmó que se dispone a dar la batalla contra esta "barbarie" y a ayudar a las mujeres amenazadas o víctimas de ese tipo de violencia a buscar trabajo y encontrar independencia y autoestima. "Es una deuda que tenemos con ellas y la vamos a pagar", remató.

DERECHOS E INMIGRACION Y, además de en la violencia machista, ayer centró sus intervenciones en inmigración. Insistió en defender un nuevo contrato de inmigración y poner límites. "No pueden entrar todos porque no cabemos", alertó, agregando que "los derechos de unos no deben perjudicar a los de otros". Repetía, de este modo, uno de los argumentos más polémicos que esgrimió en su primer debate con José Luis Rodríguez Zapatero: que la inmigración puede poner en peligro el sistema del bienestar español.

Y mientras Mariano Rajoy decía estas cosas en Canarias, 120 académicos firmaban un manifiesto en su contra por "xenófobo". Pero a él, según dice, no le afectan las críticas.