La izquierda aberzale --o izquierda patriótica, en traducción libre del euskera-- empieza a rebasar las fronteras del mundo de ETA. Este cuerpo electoral ya no es patrimonio exclusivo de Batasuna, y todavía lo es menos después de su ilegalización. Otros partidos, liberados del yugo etarra e inequívocamente contrarios a la violencia, reclaman para sí ese espacio democrático. Entre ellos emerge con fuerza Nafarroa Bai, coalición encabezada por los partidos aberzales Aralar y Batzarre, aunque integrada también por el PNV y Eusko Alkartasuna.

Ante el previsible auge que se le augura a esta candidatura, los socialistas dejan abierta la puerta a la firma de pactos poselectorales con los líderes aberzales de Nafarroa Bai.

EL ´SORPASSO´ Todos los sondeos vaticinan que Nafarroa Bai dará el campanazo el 27-M. Su candidato a la presidencia foral, el exmiembro de Herri Batasuna Patxi Zabaleta, podría cosechar hasta 14 escaños y convertir a su partido en la segunda fuerza navarra --superando a los socialistas en un impactante sorpasso --, según las prospecciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Y, según los sondeos locales, Uxue Barkos, popular periodista de la televisión pública vasca y diputada en Madrid desde el 2004, puede disputar la victoria a la actual alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, de la Unión del Pueblo Navarro (UPN).

El declive de la gobernante UPN puede maquillar el anunciado retroceso de los socialistas locales, divididos y carentes de discurso propio frente al foralismo rampante --nieto del carlismo del siglo XIX e hijo de los requetés del XX-- que practican sus adversarios conservadores. Aunque, con tal de desalojar a la UPN del poder, el PSN- PSOE tenga que pagar el precio de pactar con quienes, como Nafarroa Bai, mientan la bicha de la integración de Navarra en Euskadi, o al menos postulan la constitución de órganos políticos comunes como estación de paso hacia la anexión.

De ahí que la dirección del PSOE, pese a autorizar estas alianzas, les ponga condiciones por anticipado. Ni aunque sean la tercera fuerza política cederán los socialistas la presidencia foral a Zabaleta. "Sería un suicidio político", confiesan en Ferraz. Otra cosa sería que, a cambio de respaldar al socialista Fernando Puras como presidente, Nafarroa Bai obtuviese el apoyo del PSN para investir alcaldesa a Barkos.

MOVIMIENTOS También en la vecina Euskadi hay movimientos, El "frente constitucionalista", fallido en las elecciones vascas del 2001, sobrevivió hasta las locales del 2003, cuando el PSE entregó al PP la Diputación de Alava y la alcaldía de Vitoria. Pero eso se acabó. PSE y PNV tienen el acuerdo de repartirse ambas instituciones en función de sus resultados. Incluso si, como hace cuatro años, la lista municipal del PP fuera la más votada.