En la recta final de la campaña, el candidato de IU a la Presidencia de la Junta se muestra tranquilo, confiado en una nueva etapa sin gobiernos de mayorías en Extremadura.

--Conocidas las encuestas, ¿está usted crecido?

--Crecido no, contento sí. Estamos satisfechos porque la inmensa mayoría de las encuestas que se han publicado nos consolidan como la tercera fuerza en importancia en Extremadura, con una representación útil en la Asamblea. Creemos que se está recogiendo el trabajo que venimos haciendo desde hace meses, partiendo de que somos una organización que si no es por el trabajo de los militantes nos hundiríamos. Dependemos del esfuerzo de nuestros compañeros más que de empresas de márketing.

--Pero su coalición no atraviesa el mejor momento.

--Hay división ya superada. Era una cuestión muy minoritaria, aunque tuviera trascendencia en algunos medios de comunicación, pero eso está superado, en parte por la propia voluntad de esa minoría y por la voluntad de la organización regional de construir una Izquierda Unida plural.

--¿Cabe en un decálogo su propuesta de gobierno?

--Diez ideas, 22 propuestas para los municipios, 192 para el pleno empleo, el desarrollo sostenible y la democracia participativa... Tenemos un programa muy amplio, pero el pleno empleo, el desarrollo sostenible y la democracia participativa son los tres ejes alrededor de los cuales gira el programa de IU.

--Y lo define como un programa valiente. ¿Por qué?

--Coherente, honesto y valiente. Porque somos una alternativa a la política consolidada, a la política oficial, al mensaje del mercado como única forma de regular la economía, a la bajada de impuestos como única solución para que la gente pueda vivir mejor. No renunciamos a seguir defendiendo los tres principios básicos de una fuerza de izquierdas: libertad, igualdad y fraternidad, las tres unidas y unas dependientes de las otras.

--¿No cree que en el electorado puede cuajar la sensación de que sus ideas rozan la utopía?

--La utopía es buena en política. Cuando no hay utopía uno no hace nada, gestiona un presupuesto general en un ayuntamiento, gestiona un presupuesto general en la Comunidad Autónoma de Extremadura, pero si no tiene en mente otra cosa, si no quiere construir una Extremadura emancipada, ¿qué le queda por hacer? Nosotros somos utópicos, pero cuando decimos que somos utópicos estamos diciendo que tenemos una meta, que queremos llegar a una Extremadura emancipada, sin clases, libre..., pero en ese camino se pueden poner en marcha las 35 horas laborales por ley, los presupuestos participativos, la iniciativa legislativa popular, el pleno empleo con planes especiales dotados con 100 millones de euros, la apuesta por parques solares, por empresas fotovoltaicas. Conjugamos las dos cosas, tenemos una finalidad, y en este sentido somos utópicos porque queremos llegar a algo que no existe hoy, pero tenemos también propuestas muy concretas, muy tangibles, para hacer la vida un poco mejor en Extremadura.

--¿Cree que con 100 millones de euros se llega al pleno empleo?

--Hombre, pues sería una de las cantidades para el empleo más im-