portantes que se hubiera gastado en Extremadura. No puede ser la única medida, tiene que ir unida a otras: un plan energético en Extremadura que puede generar 15.000 puestos de trabajo; planes especiales en los ayuntamientos para sobre todo favorecer al pequeño y mediano comercio, a las cooperativas y al autoempleo, especialmente dirigido hacia los jóvenes.

--IU habla de un modelo de desarrollo basado en energías renovables, ¿no cree que hay muchos para repartir la tarta?

--Actualmente producimos cero en energía renovable. Pero en este tema lo tenemos que tener muy claro, podemos apostar por el futuro o seguir viviendo del pasado, seguir viviendo del carbón, del acero, del petróleo. Muchas son las economías que se están orientando hacia la producción energética limpia. Nosotros podemos atarnos como sea a una industria inmediata que genere 500 puestos de trabajo, o podemos tener una visión de más largo plazo y conseguir que en 10 ó 15 años Extremadura sea una región puntera, como lo está siendo Navarra.

--¿No cree que la refinería sería un filón para crear empleo?

--Si creara 3.000 puestos de trabajo y mantuviera los 15.000 que dependen de la industria del vino y del aceite en Tierra de Barros a lo mejor sería bueno, pero puede poner en riesgo la industria del vino y del aceite en Tierra de Barros. Tenemos que decidir si queremos jugar con el futuro de 15.000 personas que dependen de esa industria en esa zona, o preferimos no jugarnos el futuro. No arriesgar para beneficiar a un empresario, para crear 500 puestos de trabajo, o mantener los 15.000 que hay ahora e incrementar y potenciar las industrias agroalimentarias,lo que aquí se produce.

--¿Ha hecho alguna vez números de cuánto supone fiscalmente un proyecto así?

--Yo estuve reunido con Alfonso Gallardo, como lo estuvo Juan Carlos Rodríguez Ibarra y como lo estuvo Carlos Floriano, que hizo una rueda de prensa alabando al empresario. Analizamos el proyecto de la refinería y allí le dijimos que a pesar de los impuestos que pueda generar no es el futuro, ni la alternativa económica que necesita Extremadura. Los impuestos que pueda generar pueden beneficiar a corto plazo, pero hipotecará el futuro de los extremeños.

--¿No tiene la sensación de que su modelo de desarrollo está hecho de espalda a empresarios y a sindicatos?

--No, entre otras cosas porque el pequeño y mediano empresario, que es la base de la economía en Extremadura, pinta poco en la Junta. Yo prefiero potenciar al pequeño y mediano comercio, las cooperativas, fundamentalmente las agrícolas, que se están abriendo cada vez más mercados. Hay que potenciar los mecanismo comerciales en países terceros para vender Extremadura fuera.

--¿Y su proyecto cómo se financia? ¿Subiendo los impuestos a los grandes y bajándoselos a los más pequeños?

--Desde luego teniendo una concepción distinta de lo que deben ser los impuestos. Los impuestos no son progresivos. En este pais, quienes menos tienen, pagan más --en relación a sus salarios-- que quienes tienen más dinero. El impuesto que nunca se ha tocado es el de las nóminas, el que pagan todos los trabajadores todos los meses. Los impuestos indirectos siguen subiendo; la carestía de la vida es cada vez mayor. Pero, cuando se habla de impuestos, estamos hablando del impuesto de la propiedad, del de sucesiones..., pues yo con ese planteamiento no estoy de acuerdo. Bajaría los impuestos sin ningún problema, y en eso coincido con el PSOE, a quienes quieren legar una vivienda, de primera necesidad, a sus hijos, pero no a quienes quieren ahorrarse un impuesto para legar la tercera, la cuarta...

--El PP no ve claro que no vaya a pactar con el PSOE tras el 27-M.

--El PP es un partido que tiene pocas cosas claras en Extremadura.

--¿Me puede explicar cómo es lo del acceso a la vivienda por ley?

--De una manera muy sencilla. Nuestro consejero en el Gobierno vasco, Javier Madrazo, ha presentado un anteproyecto de ley para garantizar el acceso a la vivienda en Euskadi. Garantiza que una persona con una renta baja-media, que no pueda acceder a una VPO y que en cinco años no haya podido acceder a esa vivienda de protección oficial, pueda acudir al mercado libre y obtenerla mediante un alquiler que no le suponga más de un 30% de su salario, lo que supere ese 30% lo aportaría la Junta. Eso costaría 3.800 euros anuales por persona a la que habría que complementar el alquiler, lo cual para un presupuesto general es perfectamente asumible. Y en segundo lugar figura la creación de un parque vivienda, también en régimen de alquiler, en ciudades de más de 20.000 habitantes, que no supere los 150 euros el alquiler. Hay que intentar, mirando hacia los jóvenes, promocionar la cultura del alquiler.

--Tiene usted un mensaje claramente ´mileurista´

--Sí, al segmento joven. Yo soy joven, cobro 1.000 euros y no puedo comprarme una casa. Vivo circunstancialmente en Mérida, pero he nacido en Cáceres y probablemente, cuando deje la política, me traslade a otro sitio. En ese sentido con 1.000 euros no me apetece gastarme 600 euros en alquilar una casa, ni me apetece comprarla porque no la voy a utilizar, porque la dejaré en el futuro. Para los jóvenes ´mileuristas´, esa es una buena medida.

--¿Qué le falta a IU para llegar a ser vista como una alternativa seria?

--Que los ciudadanos confíen en esta fuerza política el 27-M, que no haya mayorías absolutas en la Asamblea, y esto no significará imponer el programa de IU, significará abrir la Asamblea para que se pueda discutir de políticas entre las fuerzas allí representadas y que una parte de las iniciativas puedan pertenecer a IU, para que se pueda hacer girar en Extremadura la política a la izquierda.

--¿Está diciendo que si no hay ninguna mayoría estaría dispuesto a formar gobierno?

--Eso depende del programa que se ponga encima de la mesa. Nosotros estamos capacitados para gobernar. Hay quien solo tienen gestores, y quienes solo tienen ideas, nosotros unimos las dos cosas. Podríamos ser gobierno y hacer, además, un buen gobierno. Pero para hacer un ibarrismo sin Ibarra, para eso que no cuenten con nosotros.