Se acabó la tregua. José Luis Rodríguez Zapatero pasó ayer descaradamente al ataque. Denostó a su adversario como gobernante y como candidato. Repasó los "fracasos" de Mariano Rajoy como vicepresidente del Gobierno y en su gestión en los distintos ministerios. Y le atacó como candidato por no haber llegado a la batalla por la Moncloa mediante una "elección democrática", sino a base de "recomendación y enchufe". "Un enchufado es el perfecto candidato de la derecha".

Los 5.000 mallorquines enfervorecidos que le aplaudieron en el pabellón Son Moix de Palma mostraban en rostros y atuendos que hay otra Baleares además de la que aparece en el papel cuché . El crecimiento poblacional permite a los lugareños aportar el 14-M un nuevo diputado al Congreso. El octavo en liza --ahora el PP tiene cinco y el PSOE, dos-- es para la izquierda, según las encuestas. Zapatero se afanó ayer en amarrarlo para sus siglas.

Como en campaña la leña funciona, sacó el hacha. Acusó a Rajoy de rebajar las becas en Educación, congelar el sueldo de los funcionarios cuando se ocupaba de Administraciones Públicas, aumentar la inseguridad ciudadana y eliminar 10.000 agentes de policía y Guardia Civil.