Lleno histórico en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Más de 30.000 personas abarrotaron ayer el recinto para arropar a José Luis Rodríguez Zapatero un día antes del cierre de la campaña electoral. El presidente del Gobierno y líder del PSOE hizo una enérgica defensa de la España plural. "El domingo van a ganar todas las banderas, identidades, ideas, lenguas", manifestó.

"Nadie tiene la propiedad intelectual de la idea de España. España pertenece a todos y todos tienen derecho de decir cómo quieren sentir a España. Todos tenemos la propiedad de la idea de España. Lo hemos puesto por escrito. Está en la Constitución, en el autogobierno, en la diversidad, en el respeto a las identidades, a las lenguas", manifestó Zapatero en uno de los pasajes más ovacionados de su intervención. A solo tres días de las elecciones, el presidente se jugaba mucho ayer en su empeño por llamar a la movilización, un elemento vital para la victoria socialista. Cataluña es, tras Andalucía, el mayor granero de votos del PSOE, y diversas encuestas reflejan una tendencia muy fuerte a la abstención en esta comunidad. Tan decisivo era el acto que el partido recurrió, una vez más, a la presencia talismán de Felipe González. Para delirio del público, el expresidente del Gobierno actuó de telonero principal, tras las intervenciones del alcalde Jordi Hereu; el presidente de la Generalitat, José Montilla, y la cabeza de lista por Barcelona, Carme Chacón, que se declaró la "niña de Felipe", frente a la ya famosa niña de Rajoy . En primera fila se hallaban la esposa de Zapatero, Sonsoles Espinosa, y la de González, Carmen Romero.

APOYO A SERRAT En su intervención, el jefe del Ejecutivo insistió en su defensa de la España plural y en la necesidad de seguir un proyecto de convivencia frente a la "crispación" que, en su opinión, encarna el PP.

En referencia a Mariano Rajoy, Zapatero pidió una "amplia mayoría" el 9-M para que no exista la posibilidad de que encabece el Gobierno alguien que "es capaz de decir que Serrat es un untado". "¡Decir eso de Serrat, un catalán, un español universal, digno", aseveró. También reprochó al líder del PP sus propuestas sobre inmigración y abogó por tratar a los trabajadores extranjeros con "respeto y dignidad". Tuvo palabras para José María Aznar, a quien se refirió como "el señor que quiso sacar a España del rincón de la historia". Le dijo que los socialistas lo que pretenden es "poner a España a la cabeza de la ayuda a los más pobres, de la solidaridad".

Durante su intervención, Zapatero alabó a Felipe González por su entrega intensa en esta campaña. "Tomaré ese ejemplo toda la vida", dijo. El expresidente le precedió en el turno de palabra reclamando una mayoría "inmensa" para el PSOE con el objetivo de "ayudar al PP a saber perder". El PP "no supo ganar en el 2000", en alusión a su mayoría absoluta, y "no supo perder" en el 2004, dijo González. También afirmó que no quería "ningún voto inútil" que impida una victoria de Zapatero.