La euforia cunde en las filas socialistas por la victoria de Pedro Solbes sobre Manuel Pizarro en el debate del jueves pasado. Ayer, en la segunda jornada de campaña, ante unos 20.000 simpatizantes en la plaza de toros de Valencia, José Luis Rodríguez Zapatero volvió a la carga contra Pizarro, número dos del PP por Madrid, de quien dijo que "habrá tenido buenos sueldos e indemnizaciones, pero de economía, nada de nada". A renglón seguido lanzó un desafío: "Ahora solo falta que Angel Acebes acepte el debate con María Teresa Fernández de la Vega".

Envalentonado por la victoria de Solbes frente al fichaje estrella del PP, Zapatero volvió a poner sobre el tapete otro debate, planteado en su momento y que no ha llegado a ningún puerto: el que ofreció la vicepresidenta primera del Gobierno al secretario general de los conservadores. Acebes ha eludido el enfrentamiento con el argumento de que De la Vega, al ser cabeza de lista del PSOE por Valencia, debe medirse más bien con su rival electoral, Esteban González Pons.

"SARTA DE MENTIRAS" "Esa es la grandeza de los debates: que los españoles puedan elegir entre Solbes y Pizarro, o entre María Teresa y Acebes", manifestó el presidente en medio de una ovación. Zapatero achacó el "pinchazo del globo" del número del PP por Madrid a que ya no era sostenible la "sarta de mentiras" que los conservadores han esgrimido a lo largo de toda la legislatura. "Mintieron con el 11 de marzo, con el España se rompe, con que la familia se rompe, luego con que la economía se derrumba. Mentiras y más mentiras", dijo. "Las mentiras del PP sobre economía han durado lo mismo que el debate Solbes-Pizarro: una hora y media", remató.

Para el presidente, la oposición agresiva que ha desarrollado durante cuatro años tiene una explicación. "Aznar le había prometido a Rajoy que iba a ser presidente, y nos eligieron a nosotros. Ese es el problema de fondo", manifestó.

"CHEQUE EN BLANCO" Zapatero reprochó al líder del PP no haber "ayudado en nada a los intereses de España", a diferencia de él que, cuando estaba en la oposición, dio a Aznar un "cheque en blanco en la lucha contra el terrorismo, por convicciones éticas y por lealtad a España".

El candidato recordó que en algunas ocasiones ha ofrecido disculpas por iniciativas equivocadas, pero afirmó que no lo hará por haber "intentado buscar la paz y el fin de la violencia". "Era mi obligación como presidente de España", argumentó. Poco antes se acababa de producir un atentado de ETA, pero Zapatero lo ignoraba porque se hallaba en su intervención. En la lista de actuaciones por las que nunca ofrecerá disculpas incluyó además la ley de igualdad, el matrimonio homosexual y los planes de ayuda para la emancipación de los jóvenes.

Antes tomó la palabra la vicepresidenta De la Vega, que ironizó sobre el hecho de que Rajoy hable sobre los "currantes". "¿Creéis que él sabe lo que es currar? Ni el más despistado lo creería", dijo, provocando la carcajada del público. De la Vega alegó que "nadie" puede dar "lecciones de moral" al PSOE y reclamó el voto para que España siga avanzando hacia una "sociedad más justa".