Si el pasado domingo no se hubiera votado a un presidente del Gobierno sino a un presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, el líder del PP extremeño, estaría nuevamente más cerca del poder. Aunque no siempre se repiten los datos definitivos en ambos comicios, los partidos a nivel interno sí se fijan en los resultados generales en sus autonomías para comprobar el grado de simpatía de los votantes. Haciendo una extrapolación de las papeletas de cada formación el reparto del arco parlamentario regional sería muy distinto.

Actualmente, el PSOE cuenta con una mayoría simple de 30 escaños, seguido de cerca por el PP con 28 escaños, Podemos con seis y Ciudadanos con uno. Aplicando la ley que rige los procesos electorales en España, la Ley d'Hont, y teniendo en cuenta que la región elige a 65 parlamentarios en sus dos circunscripciones --36 en Badajoz y 29 en Cáceres-- habría vuelco electoral en Extremadura, una caída de los partidos tradicionales y un ascenso importante de los emergentes: el PP ganaría con 27 diputados, el PSOE obtendría 23, Podemos 8 y Ciudadanos 7.

Los populares volverían a obtener la victoria en Extremadura por segunda vez tras las elecciones del 2011 aunque perderían un diputado respecto a la actualidad. El PSOE se desinflaría más, con siete diputados menos mientras Podemos ganaría dos diputados y se quedaría con ocho (tras sumar los votos de Izquierda Unida) y Ciudadanos despegaría al pasar de uno a siete diputados. Y es que el ascenso de esta última formación, con el 10,5% del total de los votos, no tiene el peso suficiente para optar a algunos de los diez diputados extremeños en el Congreso pero sí lo tendría con el mismo porcentaje y volumen de votos en la pugna de los 65 escaños de la Asamblea.

Por provincias, en Badajoz, los resultados del pasado domingo pasarían factura principalmente al PSOE, que perdería 5 diputados a favor de Podemos y Ciudadanos. El PP mantendría los 15 escaños actuales, el PSOE pasaría de 18 a 13, Podemos sumaría uno más y pasaría de tres a cuatro y Ciudadanos entraría por primera vez con 4 diputados. En la provincia de Cáceres los dos partidos tradicionales saldrían perdiendo. El PP pasaría de 13 diputados a 12, el PSOE perdería dos escaños y se quedaría con 10 frente a los 12 actuales, Podemos sumaría uno más y lograría cuatro y Ciudadanos sumaría al único diputado que tiene actualmente dos escaños más.