TEtl viernes 12, se celebró en el salón de actos del hotel Casablanca de Villanueva de la Serena la gala de la XXXIV edición del Premio Felipe Trigo. Una velada artístico-literaria, presentada por la periodista y actriz Cayetana Guillén Cuervo y la escritora Espido Freire (como presidenta del jurado), que transcurrió entre el teatro interpretado por José Vicente Moirón y Gabriel Moreno y la música de Mili Vizcaíno y su grupo. La actividad ha sido el broche de oro a una semana cultural dedicada al escritor villanovense, en coincidencia con el 150 aniversario de su nacimiento y del centenario de la edición de su obra AJarrapellejos .

La función teatral se hizo escenificando una selección de cinco textos breves, recreados magistralmente por el dramaturgo Miguel Murillo , con historias que reflejan, por una parte, la vida del médico-escritor y, por otra, su obra mencionada donde las ideas --entrelazadas en el montaje por la inexorable omnipresencia del cacique Jarrapellejos-- van surgiendo a través de los principales personajes que se constituyen en el principal recurso narrativo-teatral.

La organización ha contado de nuevo con el actor José Vicente Moirón, ese as de ases del teatro extremeño que este año ha logrado la mejor interpretación protagonista --con Edipo -- en el Festival de Teatro Clásico de Mérida (realizando "una insuperable exhibición de sus recursos dramáticos, suscitando el temor y la compasión trágica, que dice Aristóteles", como dije en este medio) y, recientemente, ha sido nominado a los Goya por la película en la que participa, AEl mal del arriero .

En esta ocasión, Moirón borda su actuación desdoblándose, junto a Gabriel Moreno --otro gran actor- en varios de los personajes de la obra: Felipe Trigo (en su dedicatoria a Melquíades Alvarez que inicia Jarrapellejos ), el Gato (capataz oscuro de la finca de Jarrapellejos), Cidoncha (socialista sincero y formado, único opositor serio del cacique) y el personaje protagonista Pedro Luis Jarrapellejos. Moreno se luce como Octavio (joven de la clase social dominante, que se debate entre unirse a su amigo Cidoncha y sus ideas o defender a los de su clase).

Brilla la escena final entre Jarrapellejos y Octavio que, de forma extraordinaria, pone de manifiesto quien decide sobre los destinos de los habitantes del pueblo --con esa visión panorámica de la nobleza y burguesía de principios del Siglo XX--, especialmente en el tratamiento que se daba a la mujer en una sociedad marcada por los abusos y la inmoralidad de los poderosos.

Por su parte, la villanovense Mili Vizcaíno puso su voz melodiosa, acompañada de guitarra y percusión, intercalando diferentes piezas musicales --que maneja con soltura en los ritmos de fado, jazz o música brasileña-- en el transcurso de una gala que resultó deliciosa.

La atractiva Cayetana Guillén Cuervo, que presentó el acto recordando de Extremadura su grata actuación --de un año antes-- en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, con el espectáculo Fuegos (del que recuerdo su espléndido monólogo donde la actriz se mete en la piel de María Magdalena, mostrando el gesto desafiante de su sufrimiento y de su furia, con la resonancia intensa de lirismo radiante de sus parlamentos), actuó con soltura, elegancia y simpatía, sobre todo a la hora de comunicar por teléfono a los ganadores el veredicto del jurado, que premió la novela Yucé, el sefardí , de Gregorio González Olmos, vecino de Zamora, y la narración corta Los variados avatares de Chejov , de José María Fons Guardiola, natural de Orihuela.