La Conselleria de Cultura y el Institut d'Estudis Catalans (IEC) presentaron ayer como "inéditos" dos vitrales de Antoni Gaudí y se negaron a desvelar su localización, cuando en realidad se trata de dos obras modernistas conocidas, ubicadas en la capilla de Can Pujades, una antigua rectoría de Vallgorguina (Vallès Oriental), hoy sede del espacio gastronómico Santa Fe, impulsado por la empresa de ahumados Carpier.

Ambas vidrieras religiosas están documentadas al menos desde el 2003, fecha en que las detalló Ana María Ferrin, especialista en la obra de Gaudí, en la revista L'OM. Dos años después, Ferrin volvió a informar sobre ello en el libro Regreso a Gaudí's Place y en su blog Gaudí y más...

Uno de estos cristales con técnica de tricomía es un rosetón de vidrio emplomado de unos 90 centímetros de diámetro, datado entre 1886 y 1902, que representa el ojo bíblico de la eterna vigilancia divina, el Dios que lo ve todo, dibujado en la palma de una mano, con el emblema de Jesús en la parte superior, el de María en la izquierda y el de José en la derecha. El otro es una reproducción del Arcángel Miguel, de 1894. Ambos fueron elaborados en el taller Amigó.

Catálogo de 2.020 vitrales

Antoni Vila, director e investigador principal del inventario denominado 'Corpus Vitrearum de Cataluña', que en los últimos cuatro años ha catalogado 2.020 vitrales en 1.600 localizaciones de la provincia de Barcelona, insistió ayer tarde en la rueda de prensa convocada por la Conselleria de Cultura y el IEC en la importancia del «descubrimiento» y no quiso -por expreso deseo de los propietarios, dijo- informar sobre su paradero. «Están en la provincia de Barcelona y el dueño no sabía que eran de Gaudí», dijo Vila.

Dos horas después, tras verificar EL PERIÓDICO que los vitrales eran conocidos y confirmar su ubicación en Can Pujades, fuentes de Cultura admitieron que no se trataba de obras inéditas, contra lo que indicaba la convocatoria de prensa realizada por la conselleria y lo que se repitió varias veces en la rueda de prensa ante el conseller Ferran Mascarell; el director general de Arxius, Biblioteques, Museus i Patrimoni, Joan Pluma, y el presidente del IEC, Joandomènec Ros.

Las citadas fuentes indicaron que tanto la conselleria como el IEC estaban "consternados" por no haberse dado cuenta del fiasco: "Nos enteramos de que no eran inéditos después de haber dado la rueda de prensa. El investigador [Vila] nos había asegurado que eran inéditos, pero es evidente que no es así. Lo que no se había hecho hasta ahora es catalogarlos, que es muy distinto".