El escritor Luis Landero acudió un año más a su pueblo, Alburquerque, para presidir el acto del fallo y entrega de los premios para estudiantes de secundaria que llevan su nombre, organizado por el instituto Castillo de Luna, y en el que disertó sobre el poder de la escritura contra el olvido. "Todo se olvida con suma facilidad, por eso escribí mi última novela, El balcón en invierno , para no olvidar lo que les tocó vivir a las generaciones de mis padres y abuelos, las penurias de la guerra y la posguerra, y que pese a ello consiguieron mantener en pie este país y que sus hijos tuviesen una vida mejor que la suya", dijo el escritor, para quien "hay que escuchar y contar para que no mueran los recuerdos, para rescatar hechos del olvido y que permanezcan".

En el acto, celebrado el pasado viernes en la casa de la cultura, se premió con 600 euros el relato de Miguel de la Huerga, de Valladolid. Los dos accésits, dotados con 250 euros cada uno y una tableta, recayeron en Etna Miró, de Lérida, y Néstor Cantón, de Bollullos del Condado (Huelva). Se presentaron 264 relatos.

Alumnos del centro bailaron El pájaro de fuego , de Igor Stravinski, para clausurar el acto, al que acudieron el director general de Promoción Cultural, José Antonio Agúndez, el alcalde Angel Vadillo, y Rosa Lencero, directora de la Editora Regional.