Un sentimiento de emociones encontradas nos embargaba a los presentes, nadie permanecía impasible ante el hecho histórico: el teatro romano de la actual Medellín, la antigua Metellinum, recobraba la vida perdida durante siglos. Testigos fueron casi un millar de personas que, al acabar la representación, apenas se levantaban de sus gradas impolutas de granito, como si profanaran con ello un sancta sanctorum. Imagino, y lo sabemos por las crónicas de entonces, que se repetía la emoción contenida tras la histórica Medea del Teatro de Mérida en 1933.

Jesús Cimarro, director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, apostó y acertó. Una compañía extremeña, teatro del Noctámbulo, nos ofreció un impecable Ayax , con un sólido reparto encabezado por José Vicente Moirón, entre otros buenos profesionales extremeños. Su plasticidad y coros a la griega nos ayudaron a identificarnos con el héroe troyano en su fatal destino, haciendo que retumbaran en nuestro interior los textos de Sófocles adaptados por Miguel Murillo, experta dirección de Denis Rafter y escenografía de Damián Galán. Un trabajo de equipo -que me disculpen los que no menciono en estas breves líneas-- que nos hizo sentir el orgullo del buen producto escénico de Extremadura.

Este hecho histórico y mágico no es fruto del azar, se debe al empeño de muchos, y principalmente ha sido posible porque el presidente José Antonio Monago y el Gobierno de Extremadura creemos que nuestra cultura es un elemento primordial de cohesión, de motor económico de nuestros territorios como factor de desarrollo, un desarrollo que tiene en la cultura una materia prima de primer nivel.

Hace un año, todavía en un escenario de dificultad por los problemas precedentes asumidos, reabrimos el centro de interpretación en el teatro de Medellín, hoy ya realidad que ayuda al visitante a comprender su peso en la Historia y a visualizar el esplendoroso pasado del teatro. Y en ese contexto el presidente Monago anunció que en un año reviviríamos el sueño de una noche de verano. Y el anuncio se cumplió, así lo ha vivido y refrendado el alcalde de Medellín, Antonio Parral, y sus gentes.

La noche del viernes se realizaba la promesa, fueron testigos muchos hombres y mujeres públicos y anónimos de Medellín, de ciudades circundantes y foráneos que no querían perderse esta oportunidad única. Y el teatro volvió a latir, a cobrar vida, con el pulso contenido de todos los presentes. Nos emocionaba ver los rostros de asombro de los mayores del lugar que, no sin esfuerzo, subían la ladera del castillo camino del teatro. Y eso nos compensaba a todo el equipo de tantas horas de desvelo de tantas y tantas personas de ahora y antes.

La apertura del teatro Medellín como espacio escénico clásico se enmarca en el proyecto de recuperación y nuevo impulso del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, en esta 60 Edición declarada por el Gobierno de España como Acontecimiento de Excepcional Interés, por sus elementos singulares: ser festival decano al alcanzar 60 ediciones-LX, conmemorar el Bimilenario de la muerte de Augusto en 2014, y ofrecer tres escenarios patrimoniales milenarios: Mérida, Regina y Medellín, vertebrados en nuestra geografía por la Vía de la Plata que los romanos nos legaron.

La Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Extremadura desarrolla una política muy transversal en materia de cultura, desde sus dos Direcciones de Patrimonio y Promoción Cultural. Los espacios patrimoniales se potencian como marco de actuaciones culturales singulares: Plazas con Música clásica, festivales de música y teatro, exposiciones temporales,- y todo un nutrido programa de ofertas que hemos desarrollado y difundido en foros internacionales por los Institutos Cervantes de Berlín, Lisboa o Bruselas bajo el lema Extremadura es cultura , difundiendo con Turismo nuestro Producto Cultural de Excelencia.

Y esta senda del producto cultural de excelencia ha sido y debe ser la guía de un territorio forjado en la Historia, con escenarios únicos --y no solo teatros romanos--, con miles de guiones de fascinantes personajes que esperan ser recuperados por nosotros, por los ciudadanos extremeños de un mundo global del siglo XXI, que desde la globalidad valora su cultura como seña de Extremadura, de esa Extremadura que será lo que nosotros trabajemos y queramos que sea, que precisa del compromiso y de la iniciativa de todos. Y la Educación va de la mano de la cultura, una educación que propicie jóvenes que miren hacia arriba, buscando metas a superar, a pesar de las dificultades, que no mire hacia abajo, sino hacia arriba.

El viernes no me podía sustraer a mi doble condición de responsable de Educación y Cultura y de investigadora del pasado. Así lo expresé a los numerosos medios de comunicación que nos acompañaron, testigos de un día histórico. Apostamos por el futuro de Medellín, dentro de nuestro proyecto Ciudades Romanas de Extremadura, el futuro de un programa transversal de Parques Culturales que desde Cultura y Educación, Turismo, Medio Ambiente y Empleo trabaja por esa nueva Extremadura que necesita de todos.

Gracias a todos los que nos acompañan en esta empresa, a todos los que el viernes la apoyaron con su presencia, a los que estarán estos días en su sede, porque el latido del teatro romano de Medellín ha vuelto a sonar y lo escuchamos. Recupera su pulso y despierta, como dijo Larra en Mérida: "El niño dormido en los brazos del gigante".

Y en Medellín el teatro romano recobró la vida-.. un día de Santiago, 25 de Julio de 2014.