"Los que bailamos somos trabajadores de la cultura, que es educación. No dejéis nunca de recordarlo. Y, sobre todo, no dejéis nunca que lo olviden los otros". Lo escribió Antonio Gades y lo leyó su hija María Esteve durante la gala de los Premios Max.

El trabajador desempeña una ocupación retribuida. Si no se cobra, es voluntariado. Y, cuando debería haber --y no hay-- una contraprestación económica, se denomina esclavitud.

Cuando te apasiona lo que haces, el resto de la sociedad te considera pagado. "Pero a ti te gusta mucho tu trabajo", me han dicho mis jefes, una y otra vez, cuando se me ocurría quejarme por las condiciones laborales. "Tienes mucha suerte". No, perdonen: suerte es que me toque la lotería: estudiar una carrera durante cuatro años y vivir en unas diez ciudades distintas desde que acabé no es suerte: es labrarse un futuro con el sacho en la mano (la RAE no recoge zacho : yo qué quieren que le haga). Hay un sinfín de profesiones vocacionales, desde el magisterio hasta la medicina y a nadie se le ocurre decirle a un médico que no cobre por salvar vidas ni lo mete en un régimen específico de la Seguridad Social junto a los toreros.

Si eres actor, dibujante, fotógrafo, payaso, cantante o bailarín, sí. Es lúdico, es divertido y es la consecuencia de que en España confundamos la cultura con el ocio.

Ideología

Por esta razón y por muchas circunstancias más que no caben aquí, la cultura ideologizada es solo una: la de izquierdas: la que se queja del capitalismo, de las condiciones laborales y la que muestra el sudor y el mundo del trabajo y las consecuencias de la crisis. La que nos refleja como una sociedad llena de profesionales liberales, de los que cobran 200.000 euros al año, tienen vidas idílicas con sus parejas, siempre llegan a fin de mes y cuyo único conflicto es que, frisando los cuarenta, se enamoran de una veinteañera, no. Eso no es ideología, perdonen ustedes: eso es la realidad. Eso es mostrar el mundo.

En mi mundo no hay nadie que cobre 200.000 euros al año. Mi mejor amiga es limpiadora y gana más que el 70% de los actores que conozco. Oh, no: no todos son Bardem , no todos son Sean Penn y no todos son Antonio Banderas . Y no nombro a ninguna mujer porque, como hizo notar Patricia Arquette , las mujeres cobran mucho menos.

De la creación, de este trabajo, de la genialidad, de la política, de la posición social y de varias otras cosas ha hablado Mariano Peyrou en una novela de diálogos entrecortados (es decir, reales) que se titula De los otros ("para que pueda ser, he de ser otro", decía Octavio Paz ). Carmen Solís se perdió el último cumpleaños de su hijo porque estaba trabajando en la otra punta del mundo: ahora le ha dedicado su disco, que se titula Nana . También se pueden bailar las nanas: el arrullo es danza, al fin y al cabo. Un movimiento de amor y de justicia: así la ha definido Lemi Ponifasio en su mensaje del Día Internacional de la Danza, que es hoy (de las artes escénicas, esta es la más maltratada con muchísima diferencia). Lo vamos a celebrar bien: en La Nave del Duende con un dúo formado por una española y una israelí; con el delicioso El Chef Chop Chop y el tik tak de Fidelia , de Karlik Danza ; con todas las academias de la ciudad en Mérida, en el templo de Diana y con Cristina Rosa y su Mareas , que servirá para homenajear a Isadora Duncan .

Pero hay más. Hay música, también, con la Orquesta de Extremadura y los compositores franceses de la primera mitad del siglo XX: Fauré , Ravel , Poulenc , el mundo cortesano, las danzas, la frescura.

El día internacional del trabajo, que de eso hablamos, conmemora las protestas de Chicago, en las que acabaron condenando a varias personas a la horca (entre ellos, a un periodista) o a prisión. Cuando nació el cine, los hermanos Lumière retrataron a obreros saliendo de una fábrica. De ahí en adelante, lo hicieron muchos otros: Eisenstein , Lang , Chaplin , Loach , John Ford.Biberman , Godard , León de Aranoa , Polanski . El sudor, las preocupaciones, las luchas por los derechos laborales, las distopías. Películas hechas por gente que, al final, está trabajando, aunque su trabajo les guste a todos ellos, aunque su trabajo, también, nos crezca, nos defina y nos cohesione socialmente. De ahí su necesidad y la necesidad, también, de unas dignas condiciones laborales.

De los otros, Mariano Peyrou. Viernes, 29 de abril. Ocho de la tarde Librería La puerta de Tannhäuser (Plasencia)

Nana, de Carmen Solís. Viernes, 29 de abril. Siete de la tarde. El Corte Inglés (Badajoz).

El chef Chop Chop y el Tik tak de Fidelia. Viernes, 29 de abril. Siete de la tarde. Teatro López de Ayala (Badajoz)

Sinestesia .Viernes, 29 de abril. 20.30 horas. Teatro Alkázar (Plasencia)

Betwixt. Viernes, 29 de abril. Nueve de la noche. La Nave del Duende (Casar de Cáceres)

Día Internacional de la Danza. Sábado, 30 de abril, desde las 12.00 horas hasta la noche. Templo de Diana (Mérida)

Orquesta de Extremadura con el trompetista Luis González. Viernes, 29 de abril. 20.30 horas. Gran Teatro (Cáceres)

Mareas. Sábado, 30 de abril. Nueve de la noche. Sala Trajano (Mérida)