ETA ha anunciado su disolución hoy, 3 de mayo, el mismo día en el que a lo largo de su historia acabó con la vida de tres personas en Euskadi, entre ellas el pacense Ángel Rodríguez Sánchez, asesinado en 1984.

Natural de Villafranca de los Barros, Ángel Rodríguez, casado y con tres hijos, residía en Irún, donde regentaba un taller mecánico y una grúa. El 3 de mayo de 1984, su cuerpo fue hallado sin vida dentro de su vehículo. Había recibido dos impactos de bala.

Días después, la banda terrorista reivindicó el asesinato y acusó a la víctima de estar relacionada con los GAL.

Rodríguez Sánchez es una de las 54 víctimas extremeñas asesinadas por ETA, 41 de ellas en el País Vasco, siete en Cataluña, cuatro en Madrid y dos en Navarra.

A esta cifra se suman las 18 personas extremeñas que resultaron heridas en diversos atentados, entre ellas el actual presidente de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo (ASEXVITE), José María Antón, quien resultó herido cuando trataba de desactivar un artefacto explosivo en 1989.

Fuera del País Vasco, el atentado de ETA -con coche bomba- cometido contra el cuartel de la Guardia Civil de Vic en mayo de 1991 se cobró la vida de nueve personas, entre ellas dos guardias civiles extremeños, Juan Salas, natural de Olivenza; y Ramón Mayo (Talavera la Real), y de Maudilla Duque (Alburquerque), suegra de Juan Salas.

Otros tres extremeños: Ramón Díaz, natural de Casillas de Coria; Eduardo Hidalgo y Miguel Marcos (Cilleros/Badajoz), todos ellos policías nacionales, fueron asesinados por ETA en Sabadell en diciembre de 1990 mediante la explosión de un coche bomba.

El guardia civil Juan José Moreno, natural de Villamesías (Cáceres), fue el primer extremeño asesinado por ETA. Ocurrió en octubre de 1975 en Oñate (Guipúzcoa). Domingo Durán, policía nacional natural de Villar del Rey (Badajoz), fue la última víctima mortal extremeña de esta barbarie. Quedó tetrapléjico en 1995 tras sufrir un atentado y falleció en 2003.

Listado de las 54 víctimas extremeñas de ETA