El fiscal solicitó ayer una pena de 306 años de cárcel para los presuntos miembros del comando Txirrita de ETA Mikel San Argimiro e Imanol Miner por la explosión de dos coches bomba, uno en las cercanías del estadio Santiago Bernabéu y otro en la glorieta de Embajadores, en el año 2002. Durante el juicio que se celebró ayer en la Audiencia Nacional, los dos terroristas se negaron a declarar. Antes de concluir el juicio, el presidente del tribunal preguntó a los dos acusados si querían decir algo y Mikel San Argimiro dijo en euskera: "Viva el País Vasco libre".