Ni aplausos ni insultos recibieron a los 35 altos cargos públicos de la Generalitat valenciana que ayer comparecieron ante el juez José Flors, que investiga las derivaciones del caso Gürtel en la comunidad. Los cinco minutos previstos para cada uno se convirtieron en más de 20 en el caso de la directora general de Promoción Institucional, Dora Ibars, la primera en llegar al Tribunal del Justicia de la Comunidad Valenciana.

Ibars y el resto de los citados explicaron al juez cómo se realizaron los contratos de la Administración autonómica con la empresa Orange Market, dirigida por el imputado Alvaro Pérez, el Bigotes , amigo personal del presidente Francisco Camps y hombre de confianza de Francisco Correa. Flors trata de averiguar con las declaraciones, en su mayoría de directores generales, la implicación en la red de corrupción del líder valenciano y de su segundo en el PP, Ricardo Costa, ambos imputados por un presunto delito de cohecho. La ronda de testimonios se cierra hoy con la comparecencia de un perito contable que debe concretar si los contratos con Orange Market se adjudicaron a cambio de dádivas como dice la Fiscalía Anticorrupción.