El Ejército patrulla desde ayer por la tarde la zona fronteriza de Ceuta y Melilla con Marruecos para asegurar la protección de las vallas e impedir que se produzcan nuevas avalanchas de inmigrantes subsaharianos.

El despliegue, ordenado el miércoles por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, corre a cargo de dos compañías de regulares del Regimiento 54 de Ceuta y de otras dos compañías, una de legionarios del Tercio Gran Capitán y otra de regulares del Regimiento 52 de Melilla. En total, 480 soldados --la mitad en cada ciudad autónoma-- actúan como vigilantes de refuerzo de las vallas.

Zapatero tomó la decisión de movilizar al Ejército como fuerza auxiliar de la Guardia Civil en ambas plazas en una reunión que mantuvo el miércoles con los ministros del Interior, José Antonio Alonso, y Defensa, José Bono. En el encuentro participaron la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y los secretarios de Estado de esos departamentos.

La decisión operativa se precipitó a raíz de la avalancha de la pasada madrugada en la valla de Melilla, en la que murieron cinco subsaharianos. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, el teniente general Félix Sanz Roldán, comunicó el dispositivo al ministro Bono ayer por la mañana mientras éste defendía en el Congreso la nueva ley de tropa y marinería profesional.

El ministro de Defensa explicó en los pasillos del hemiciclo que el refuerzo militar de las vallas corría a cargo de tropas de las guarniciones de ambas ciudades y dejó claro que se ponían a disposición del mando de la comandancia de la Guardia Civil en ambas plazas. En principio, los soldados no cuentan con reglas de enfrentamiento contra un potencial enemigo sino que su misión consistirá en actuar como centinelas y fuerza disuasoria.

La vicepresidenta, Fernández de la Vega, destacó en Sevilla, donde participó en la cumbre hispano-marroquí, que las compañías movilizadas actuarán bajo "la coordinación y el mando" de la Guardia Civil. Insistió en que desarrollarán sus funciones de vigilancia de acuerdo con los criterios que les dicten los mandos de la Benemérita.

Esto significa que los regulares y legionarios se limitarán a patrullar y vigilar los tramos de valla y darán los avisos correspondientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los guardias serán, en todo caso, los encargados de reprimir las avalanchas y de detener a los inmigrantes que logren saltar. Sin embargo, no se descarta que en un momento de crisis puedan actuar también como policías.

MATERIAL ANTIDISTURBIOS En ese sentido cabe destacar que las Fuerzas Armadas cuentan con material antidisturbios, cascos y porras como las que exhibieron en Mazar-i-Sarif, en el norte de Afganistán durante las presidenciales del 2004. Las unidades encargadas de reforzar la valla han estado destinadas en Bosnia. En todo caso, será el Consejo de Ministros el que determine la escala de actuación dentro del plan de seguridad que aprobará hoy.

CRITICAS El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió a Zapatero que "reconsidere" la decisión de que el Ejército apoye en las tareas de control fronterizo de Ceuta y Melilla porque, si no, convertiría la respuesta a la inmigración en un "problema de Defensa". Llamazares consideró el despliegue militar "inaceptable". Amnistía Internacional rechazó la intervención y SOS Racismo dijo que "es el colmo de la desigualdad".