Setenta militares de los Ejércitos de Tierra y Aire salieron a las 10 de la mañana de ayer de la base aérea de Getafe (Madrid) rumbo a Kabul. La duración del trayecto se estima en 16 horas. El gesto preocupado no impidió la sonrisa al saludar a las familias, gorra en alto, antes de subir al avión.

El jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz Roldán despidió a los militares al pie de la escalerilla del Hércules. El escalón avanzado, en el que iban dos mujeres, está mayoritariamente compuesto por profesionales de ingenieros de Salamanca y Zaragoza que prepararán los cuarteles para acoger al resto del contingente.

La misión de la tropa española consistirá en ayudar a los afganos a ayudar a reconstruir y poner en marcha un país asolado por dos décadas de guerras.