El abogado del presunto ideólogo del 11-M Rabei Osman el Sayed "Mohamed El Egipcio", Endika Zulueta, dijo hoy en su alegato final de defensa que se han falseado los hechos para presentar a su cliente como una persona radical y extremista y crear un "perfil de terrorista" sin pruebas de su implicación. La Fiscalía pide 38.962 años de prisión para Rabei Osman el Sayed, por considerarle el principal instigador de los atentados de Madrid que provocaron la muerte de 191 personas y casi dos mil heridos.

Sin embargo, Zulueta, en la quincuagésima séptima y última jornada del juicio, explicó que "El Egipcio" llegó a España como cualquier inmigrante para buscar trabajo, pero que, desde su detención el 7 de junio de 2004 en Milán, se ha construido una imagen de una persona extremadamente religiosa y radical sin que estuviera implicado en ningún hecho delictivo.

En este juicio, indicó el letrado, se han dedicado más horas a analizar la supuesta personalidad de Rabei que a aportar pruebas de su implicación en los hechos, y las pruebas que se han presentado, añadió, "tienen valor cero". Señaló que "ningún perito ha hablado de Rabei Osman, su huella dactilar no aparece en ninguno de los escenarios, su escritura no está en ninguno de los documentos analizados y no conocía a ninguno de los implicados, ni a los suicidas de Leganés, ni a los huidos". Recordó que sólo han declarado dos testigos sobre los hechos: el primero, el que le reconoció por haberle visto en la finca de Morata de Tajuña, y luego se retractó en el juicio.

El segundo testigo al que se refirió Zulueta fue Mourad Chabarou, con quien "El Egipcio" habló el 24 de mayo de 2007 y quien también negó que en esa conversación se refiriera a Serhane Ben Abdelmajid "El Tunecino" -uno de los suicidas de Leganés- y que manifestara que "estaba con Dios". Pidió la nulidad de las grabaciones realizadas en el domicilio de Rabei Osman en Milán, en las que estaba hablando con su "discípulo" Yahia, y en las que, según las traducciones, Rabei se atribuyó la autoría del 11-M diciendo "han sido mi gente" y habló de sus amigos los "mártires".

Pruebas no creíbles ni válidas

Zulueta considera que las escuchas y grabaciones son pruebas no válidasporque no se han realizado conforme a la legalidad y porque su cliente ha negado ser el que habla en ellas y no se ha realizado ninguna prueba pericial de voz para confirmarlo. En cuanto al ordenador encontrado en la vivienda, Zulueta indicó que ni siquiera era de Rabei Osman el Sayed, sino que era utilizado por cinco personas distintas, y puso en duda las conexiones a paginas radicales en Internet y web islamistas que aparecieron registradas.

Tampoco dio credibilidad a un correo electrónico abierto en ese ordenador, que según uno de los agentes que declararon en el juicio, se abrió a nombre de Mohamed con fecha de nacimiento de 11 de marzo de 1970, algo que, en opinión del letrado, tampoco está acreditado. "No hay nada -dijo- que implique a Rabei en España ni en Francia ni en Italia", países donde, según la acusación, "El Egipcio" iba construyendo células terroristas de Al Qaeda.

No obstante, los datos de la embajada de Egipto, que recogió el letrado indican que "El Egipcio" nunca ha estado preso en la prisión de alta seguridad de Abu Mazen, que no consta su integración en la yihad islámica vinculada con Al Qaeda, ni que haya estado en Afganistán. Zulueta comenzó y concluyó su intervención explicando las razones personales que le llevaron a asumir la defensa de Rabei Osman, cuando, incluso antes del juicio, ya "había sido socialmente condenado".

Aseguró que "no hay pruebas suficientes para desvirtuar su presunción de inocencia", por lo que pidió una sentencia justa que, a su entender, sería "una sentencia absolutoria". El letrado manifestó que se ha dejado la piel en esto, "igual que la gran mayoría de abogados del turno de oficio" porque "nos lo creemos, sabemos que con nuestro trabajo no sólo les defendemos a ellos, sino también los derechos humanos y fundamentales amparados en la Constitución".