La defensa de Rafá Zouhier, Antonio Alberca, afirmó hoy que no es su cliente quien tiene una deuda con la sociedad, sino la sociedad con él, ya que dijo que "gracias a personas como Rafá, podemos dormir tranquilos".

Alberca aseguró que su cliente "no es un delincuente" sino un confidente policial, condición que definió como "leales servidores, auxiliares de la Policía", y mantuvo que lo único que hizo en todo momento es colaborar y facilitar informaciones, a las que la Guardia Civil no dio la importancia que tenían.

Así lo manifestó Alberca en la jornada quincuagésima tercera del juicio por el 11-M durante la exposición de sus alegatos para intentar demostrar la inocencia del ex confidente de la Guardia Civil, para quien el fiscal pide 38.958 años al estimar que fue "determinante" para obtener los explosivos empleados en la masacre.

Insistió además en que "Rafá, en todo momento, en cuanto ha visto una información la ha dado a la Guardia Civil en tiempo real. Él ha cumplido", indicó. El abogado afirmó que Rafá Zouhier es el "único que ha dado la cara" y negó que hablaran de explosivos en la reunión celebrada en el Mc Donald's de Carabanchel en octubre de 2003, en la que, entre otros, estuvieron José Emilio Suárez Trashorras, Jamal Ahmidan, "El Chino" y Rachid Aglif, "El Conejo", donde acudió para "salvar la cara" al primero de ellos.

Señaló que su cliente negó que en aquella reunión se hablara de explosivos y, por tanto, calificó de falso que Suárez Trashorras asegurara que le preguntaron "si podía conseguir explosivos" -no especificó si se lo dijo Zouhier, Aglif o "El Chino"- y dudó "mucho" que "se le pueda creer porque es fabulador y fantasioso" debido a los trastornos mentales que sufre el ex minero asturiano.

"Se ha tratado de fabricar pruebas para implicarle como sea en estos hechos", subrayó el letrado al sostener que su cliente no intervino "en ningún momento" entre Suárez Trashorras y "El Chino", de quienes destacó que no necesitaban a Zouhier porque tenían "muchísima confianza", por lo que consideró que no hay base para sostener la acusación de cooperador necesario.

En cuanto a la acusación de colaboración con banda armada, el abogado se preguntó: "¿pero que banda armada?, si Ráfa ni siquiera sabía que Jamal Ahmidan era integrista, si sólo sabe de juergas y la única banda armada que conoce es la Benemérita". Y añadió que "en este procedimiento hay que ser 'superinocente' porque ser inocente no basta", parafraseando así al propio Zouhier, que se declaró "superinocente" de los hechos que se le imputan cuando declaró en la vista oral.

Críticas a la actuación policial

Insistió en que no sólo ha colaborado antes de los atentados, sino que ha seguido dando información en la fase de instrucción, y criticó las actuaciones policiales, al mostrar su convencimiento de que si Zouhier hubiera sabido que iban a ocurrir los atentados y hubiera informado, tampoco se hubieran evitado. "¡Pero si la información que daba no llegaba a ningún sitio!", exclamó para recordar que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no hizo nada cuando Zouhier contó que "El Chino" le habló de un posible atentado en el estadio Santiago Bernabeu.

Al igual que ayer hiciera la defensa de Trashorras en su alegato final, Alberca manifestó que sin saber qué dinamita estalló en los trenes no se puede condenar a su cliente porque se le acusa de ser cooperador necesario para obtener Goma 2 ECO, y destacó que algunos de los ocho peritos que elaboraron el informe final de explosivos consideraron que explotó Titadyne.

El abogado pidió la absolución de su cliente, al señalar que "no entiendo por que Rafa Zouhier esta aquí sentado porque siempre en todo momento estuvo al lado de la ley, de lo que el creía la ley".