El juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrubia ha absuelto a las 16 personas juzgadas hoy por quemar fotografías del Rey el 22 de septiembre de 2007 en Girona, al modificar el fiscal su acusación y considerar que los hechos eran constitutivos de una falta de desórdenes públicos en lugar de un delito contra la Corona.

Tras quedar el juicio visto para sentencia, Vázquez Honrubia ha comunicado el fallo in voce y al conocer la absolución los acusados y el público no han podido reprimir una cerrada ovación de alegría. El juez ha explicado que les absolvía por resultar "incomprensible" que el fiscal que, en un principio acusaba a los 16 de un delito de injurias a la Corona y pedía una multa de 3.600 euros, modificara su petición y considerara que los hechos eran constitutivos de una "mera" falta de alteración del orden público.

Ante esto, ha añadido, "me veo obligado a absolverles", ya que la Audiencia Nacional sólo es competente para juzgar delitos y no faltas, y "el delito de injurias o es un delito o no es nada". Además ha observado que durante la vista no ha habido ningún cambio en el material probatorio que justificase la modificación de la calificación del fiscal, máxime cuando los acusados han ratificado las declaraciones que prestaron ante los Mossos d'Esquadra.

El fiscal Luis Barroso, según fuentes jurídicas, intentó antes de que comenzara la vista que los acusados aceptaran un acuerdo de conformidad y accedieran a pagar la multa de 500 euros que les hubiera correspondido a cada uno como autores de una falta de desórdenes públicos.

Los acusados, asesorados por sus abogados, rechazaron la propuesta del fiscal y fueron finalmente a juicio, lo que les ha resultado objetivamente más favorable, ya que todos ellos han quedado absueltos.

En la lectura de su informe final, el fiscal ha expuesto que los acusados -que vestían camisetas con el lema: "Yo también quemo la Corona"-, se concentraron convocados por la asociación "Alerta Solidaria" en la plaza del Vi de Girona y "quemaron recortes de periódico" con imágenes de los Reyes, "creando una alteración en el orden" público.

Según Barroso, ese es el delito que corresponde a estos hechos porque en el juicio "no ha quedado acreditado que pretendieran desprestigiar a la Corona".

Sin embargo, los propios acusados han reconocido en el juicio que quemaron las fotos por su rechazo a una "institución antidemocrática" y por "solidaridad" con los dos jóvenes -Jaume Roura y Enric Stern (condenados en julio por injurias a la Corona a una multa de 2.700 euros)- que habían sido enjuiciados por quemar fotos de los Reyes una semana antes, el 13 de septiembre. De hecho, todos ellos, lucieron camisetas color negro con un lema impreso en rojo que decía: "Yo también quemo la Corona".

Esta prenda fue interpretada como un desafío y poco antes de que comenzara la vista, Honrubia pidió a los acusados que hicieran el favor de ponérsela "de otra manera" porque si no "me veré obligado a expulsarles de la sala". Para evitar la expulsión, los acusados optaron por dar la vuelta a sus camisetas, aunque el lema -escrito en catalán: "Jo també cremo la corona"-, quedaba aún visible en su espalda y aunque el juez ya no lo podía leer, seguía siendo perceptible para el público y las cámaras.

Durante todo el juicio, el juez hizo múltiples alusiones al uso del catalán por parte de los acusados a pesar de que, según apreció Honrubia, parecían entender y hablar sin problemas el castellano. Uno de los acusados que admitió entender las preguntas del fiscal quiso dejar claro que entendía el castellano porque "es la única lengua que me han dejado estudiar".

Honrubia, que se vio obligado a repetir el juicio a los otros dos acusados de quemar fotos de los Reyes por negarles un intérprete de catalán, ofreció al primero de los acusados en declarar, Mostafá Shaimi, preguntarle en castellano y que él contestara en catalán "para no hacer eterno el juicio". Al mostrarse dubitativo y dirigirse al juez en castellano, Honrubia le dijo: "puede hablar en castellano, hable como usted quiera, si quiere conteste en catalán o si prefiere le busco un intérprete marroquí".

Poco después, y a preguntas de su abogado Benet Salellas, Shaimi ha contestado en castellano en lugar de catalán, a lo que el juez ha advertido al acusado que estaba hablando en castellano "sin querer" y éste le ha señalado: "No, es que me ha salido". "Ya, es que es usted bilingüe. Eso es fantástico", ha ironizado el juez.

Los 16 jóvenes llegaron esta mañana a la Audiencia Nacional en dos autobuses junto a un centenar de familiares y amigos que, como ellos, lucían una camiseta con la leyenda en catalán: "Jo també cremo la corona". La Policía les condujo a todos a una esquina de la Plaza de Colón y allí han permanecido mientras los agentes identificaban a los acusados y les registraban. Esto ha provocado que el comienzo del juicio se haya retrasado una hora.