Una clase avanzada de islam. Imad Eddin Barakat, Abú Dahdah , explicó ayer, en su segundo día de declaración ante el tribunal que juzga a la célula española de Al Qaeda, que la yihad permite el uso de la fuerza en legítima defensa tras negar que sea un seguidor de Osama bin Laden. Además, aseguró que hasta que no ingresó en prisión, en noviembre del 2001, desconocía la existencia de Al Qaeda.

Abú Dahdah se presentó ante el tribunal como familiar, musulmán practicante y hombre de negocios. El fiscal le pide 62.512 años de cárcel por pertenencia a Al Qaeda y 2.500 asesinatos (los atentados del 11-S). El principal acusado de esta vista admitió que conoce a 22 de los 24 procesados en este sumario porque coincidían en la mezquita o por intereses comerciales. Sin embargo, negó ser un terrorista y condenó cualquier terrorismo, incluido el de ETA o el GRAPO.

El fiscal Pedro Rubira centró su interrogatorio de ayer en las presuntas relaciones del imputado con Bin Laden. La policía localizó en el domicilio de Abú Dahdah un libro sobre el jefe de Al Qaeda. Sin embargo, el imputado restó importancia al hallazgo de un libro de curso legal. "No soy seguidor de Bin Laden, pero tengo curiosidad sobre el mundo musulmán y me gusta saber lo que está pasando, ver la otra cara de la noticia", añadió.

Además, explicó que en su casa había más de 400 libros sobre el islam, pero negó que siguiera a Bin Laden. "No he leído nada sobre esa persona", precisó. También negó que cumpliera la fatua (decreto de una autoridad religiosa del islam) que en 1998 dictó Bin Laden para luchar contra los infieles. Y añadió: "No creo que Bin Laden esté capacitado para ello porque no es un ulema" (sabio religioso).

Abú Dahdah explicó que la yihad permite el uso de la fuerza en legítima defensa. "En el Corán hay unos 420 párrafos que hacen referencia a esa palabra que significa que hay que hacer esfuerzo". Por ello, admitió que los pueblos oprimidos pueden recurrir a las armas, aunque el islam "prohíbe matar mujeres, niños y hombres indefensos, así como destruir casas".

Esa doctrina, según su versión, no es incompatible con la defensa de los pueblos "machacados". "Soy una persona que apoyo a los países que están en conflicto como Bosnia, Chechenia y Palestina. En nuestras charlas de amigos hablábamos de ese tema y de las 17.000 mujeres violadas en Grozni", apostilló.

Tras este interrogatorio, le llegó el turno a Najib Chaib, que se enfrenta a una petición fiscal de 27 años. El imputado negó haber redactado unas notas sobre la confección de explosivos y tener teléfonos móviles manipulados como los empleados en los atentados de Bali y Madrid.