Es lo que se conoce como ir a por lana y salir trasquilada. Ana Botella, candidata del PP a concejala de Asuntos Sociales de Madrid, decidió visitar ayer el corazón del barrio gay, el centro de Chueca. Y se topó con 20 activistas que la increparon, la acusaron de "hipócrita" y "electoralista", le increparon por la muerte del cámara de televisión José Couso --"¿Dónde está Couso", le preguntaron insistentemente-- e incluso zarandearon su coche oficial cuando se batía en retirada. El PP aseguró que algunos manifestantes son militantes del PSOE y exigió a este partido que condene los hechos y "adopte medidas disciplinarias".

De poco sirvió la discreción con la que el servicio de prensa de Botella había preparado su visita al Servicio de Información a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. El grupo de activistas conocía la cita y el Colectivo de Gays y Lesbianas de Madrid (Cogam) tiene su sede en unos locales cedidos por el Gobierno autonómico en el mismo edificio que el centro asesor.

La candidata se reunió apenas 20 minutos con los responsables del centro de información. Botella recordó a la prensa que fue el PP el que propició que los guardias civiles gays convivan con sus parejas en las casas cuartel.

Sin embargo, al responder sobre la adopción por parte de homosexuales, se aferró a sus posiciones: escasa legislación en Europa y defensa de los intereses del menor. Al salir del local, los activistas elevaron el tono de los insultos. Entre empujones y gritos, Botella alcanzó su coche pero los manifestantes lo zarandearon.