Sorprendentemente, Angel Acebes sostuvo ayer en Antena 3 que dijo la verdad a los españoles cuando era ministro del Interior. Al Qaeda mató a 191 personas en Madrid en marzo del 2004 y él sostuvo durante tres días que ETA podía estar detrás de la masacre. Dice que no mintió pese a las evidencias que han arrojado las últimas sesiones del juicio por aquel atentado, en las que los mandos policiales de entonces han revelado que desde la misma tarde del día de la tragedia --tras conocer el tipo de explosivo usado-- supieron que no era la banda terrorista vasca. El PSOE cree que la desmemoria de Acebes colma el vaso y salió en tromba a pedir responsabilidades al hoy número dos del PP.

La dirección socialista cree que ha llegado el momento de que Mariano Rajoy, José María Aznar y el que era su ministro del Interior hagan un acto de contrición y reconozcan que mintieron a los ciudadanos con el propósito de no perder las elecciones. Y exige que, una vez probado que fue así, el PP pague por haber sostenido lo contrario.

PACIENCIA COLMADA Los socialistas llevan tres años resistiéndose a pedir responsabilidades. No lo hicieron a raíz de las comparecencias ante la comisión de investigación del Congreso, porque daban por hecho que el resultado del 14-M hablaba por sí solo y los votos de los españoles eran suficiente castigo para los conservadores. No fue así. De hecho, en este tiempo, algunos miembros de la dirección del PP han seguido con la teoría de la conspiración junto a sus medios de comunicación afines.

Ni siquiera las declaraciones ante el tribunal que preside Javier Gómez Bermúdez han provocado una reacción de arrepentimiento en los conservadores. El miércoles, el que era subdirector general de la Policía, Pedro DíazPintado, declaró que a las seis de la tarde del día del atentado fue informado de que el explosivo "no era Titadyne", el que usa ETA. Díaz-Pintado trasladó este dato decisivo a Acebes inmediatamente. Pese a ello, el ministro compareció ante la prensa dos horas después y afirmó tajantemente que eran los etarras los principales sospechosos. Para apoyar esa falsedad, usó otra: que el explosivo utilizado era el "habitual de ETA".

VISTO BUENO DE ZAPATERO A la vista de este y otros testimonios policiales, José Blanco, secretario de organización del PSOE, se planteó el miércoles realizar algún tipo de declaración sobre la flagrante mentira que sostuvo el Gobierno de Aznar después de la masacre. Se lo consultó al líder, José Luis Rodríguez Zapatero, y este frenó inicialmente la idea. Pero a la mañana siguiente, al oír a Acebes sostener en Antena 3 que los policías confirmaban su versión de aquellos días, el presidente del Gobierno dio luz verde a Blanco para que arremetiera contra el exministro. La decisión fue consensuada con Manuel Chaves, presidente del partido, y con Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior y miembro de la ejecutiva. Blanco reunió ayer al núcleo duro de la dirección y redactó la nota, que leyó solemnemente ante la prensa sin admitir preguntas.