Angel Acebes se mantiene en sus trece y niega haber engañado a los españoles sobre el 11-M por cálculo electoral. Dice que los que mienten en realidad son los socialistas y que él vuelve a estar en el ojo del huracán porque el objetivo es evitar que se hable del etarra Ignacio de Juana Chaos o del dirigente aberzale Arnaldo Otegi. Es decir, del proceso de paz. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega negó que la intención del Gobierno sea interferir en la labor judicial, pero recordó que la gestión de la información después del atentado no fue tan transparente como sostiene el número dos del Partido Popular.

REAFIRMACION El secretario general de los populares dio ayer una rueda de prensa en Burgos en la que repitió el comunicado difundido el día anterior por su partido para responder a la declaración institucional que leyó el secretario de organización del PSOE, José Blanco. Como hizo el jueves, se reafirmó en que la cúpula policial que ha declarado ante el juez Javier Gómez Bermúdez no ha hecho más que repetir lo que él dijo cuando todavía estaba al frente del Ministerio del Interior.

Consciente de que uno de los puntos clave en el que se constatan las diferencias entre su versión y la de los mandos policiales es el explosivo, insistió en que, al final del día 11, habló "no de Titadyne sino de dinamita". Lo que obvió de nuevo es un sintagma que le ha provocado enormes dolores de cabeza: "Es dinamita... la habitual de ETA".

Sin pestañear, Acebes afirmó que las "únicas mentiras que ha habido aquí son las de Rubalcaba y Blanco". No concretó qué significa "aquí". Y es que, cuando la palabra mentira la utiliza el PSOE contra el PP es para aplicarla a lo que rodeó el 11-M o a los motivos en los que se basó José María Aznar para enviar tropas a Irak. Pero cuando la usa el PP, hay que remontarse a la época en la que Felipe González era presidente. Acebes no defraudó. De nuevo, el dirigente popular retrocedió hasta "los GAL y la corrupción" y avanzó hasta los fatídicos días que mediaron entre el desastre de Atocha y el que le mandó a él a la oposición el 14 de marzo. El triple salto le llevó hasta el proceso de paz iniciado por José Luis Rodríguez Zapatero, el rearme de ETA y sus intentos "de matar a los concejales del PP".

EL EXAMEN DE LAS URNAS Por este motivo, las recomendaciones de la vicepresidenta del Gobierno en el sentido de que el tribunal del 11-M necesita "el mejor entorno de serenidad" para poder trabajar, no parece que vaya a ser posible. De la Vega se sumó a la exigencia del PSOE de que el secretario general del PP debe "decir la verdad" si no quiere que su partido pague en las urnas por "las mentiras, la ocultación de datos y el retraso de la información" que practicó el Gobierno de Aznar.

La prueba de que sus aspiraciones son una especie de entelequia se la dio un compañero de partido. Con la mesura que le caracteriza, Vicente Martínez-Pujalte también aportó ayer su visión. José Luis Rodríguez Zapatero es, según él, "presidente por accidente" y los socialistas "presionan de forma totalitaria y antidemocrática" al tribunal con el único objetivo de "reventar" el juicio, "igual que hicieron con la jornada de reflexión del 13 de marzo de 2004". Eso sí, todo dicho "desde el más escrupuloso respeto al tribunal".

El portavoz adjunto a Eduardo Zaplana en el Congreso hasta llegó a hacer suya la famosa frase de Rubalcaba y reclamó "su derecho a saber la verdad sobre el atentado".