El Gobierno del PP aprovechó ayer la detención de los dos etarras que presuntamente iban a atentar en Madrid para arremeter de nuevo contra el tripartito catalán a través de la figura del exconseller en cap Josep Lluís Carod-Rovira. El ministro del Interior, Angel Acebes, y el de Trabajo y portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, ironizaron que había que "felicitar" al líder de Esquerra porque la banda iba a matar fuera de Cataluña.

El PP atribuye la tregua de ETA declarada sólo en Cataluña a la entrevista que Carod mantuvo con la banda en enero. Ello llevó ayer a Acebes a echar en cara al líder de ERC que los terroristas sigan intentando matar en el resto de España.

ACTITUD "REPUGNANTE" El PSOE y los socios del Ejecutivo de la Generalitat replicaron exigiendo al PP que no use el terrorismo como arma electoral, y CiU tachó la actitud de Acebes y Zaplana de "repugnante". Todos ellos se felicitaron del nuevo éxito policial contra ETA, como hizo también el líder de IU, Gaspar Llamazares. El presidente catalán, Pasqual Maragall, manifestó que el intento de atentado era "de esperar" y celebró unas detenciones "hechas a tiempo".

En la rueda de prensa convocada por el Ministerio del Interior para informar de la caída de los etarras, Acebes espetó: "El señor Carod-Rovira estará muy satisfecho, porque el atentado no se iba a producir en Cataluña, sino en Madrid, y hubieran muerto madrileños, andaluces y a lo mejor algún catalán, pero no se hubiese producido en Cataluña, que es lo que lleva tanto tiempo pregonando". Zaplana se sumó desde Valencia: "(Carod) puede estar tranquilo, (el explosivo) no iba destinado ni a él ni a los dirigentes de su partido, ni iba a estallar en Cataluña".

La operación anti-ETA también impregnó el mitin del PSOE en Sevilla. Fiel a su nuevo estilo de responder cualquier ataque, Zapatero añadió un "quinto mandamiento" a los que lanzó el sábado a Rajoy como "principios esenciales para gobernar". El mandamiento es: "Nunca gobernando se puede usar el terrorismo como arma electoral".