Manuel Tapial asomó por la puerta de llegadas del aeropuerto de El Prat (Barcelona) ondeando banderas palestinas y la terminal reventó en aplausos y consignas contra Israel. A un lado Laura Arau, al otro, el periodista David Segarra, levantaban sus dedos con la señal de la victoria antes de fundirse en abrazos con sus familiares y amigos. Los tres españoles integrantes de la Flota de la Libertad llegaron a primera hora de la tarde de ayer a El Prat, procedentes de Estambul, aparentemente llenos de energía para continuar su activismo propalestino. Los tres insistieron en la intención de pedir responsabilidades penales al Gobierno de Israel por su ataque mortal y lamentaron la pasividad del Gobierno de España en el conflicto, al considerar que les denegó el deber de auxilio cuando la noche antes del ataque pidieron socorro y mediación.

También dejaron clara su firme voluntad de seguir trabajando por el pueblo palestino. "Estamos enteros, con ganas de seguir haciendo campañas de sensibilización de la causa palestina, aunque hemos perdido a 9 hermanos", dijo Tapial, de 35 años, que apuntó la posibilidad de organizar la salida de otro barco con ayuda humanitaria para Gaza desde Barcelona "en los próximos cuatro o cinco meses".

Los activistas se mostraron esperanzados de que Israel no cometa la misma atrocidad con el barco irlandés que tiene previsto llegar hoy a Gaza con ayuda humanitaria. El periodista David Segarra pidió la expulsión inmediata del embajador de Israel en España, Rafael Schutz, por equiparar la muerte de nueve personas de la flota en el ataque israelí a las muertes en carretera. Posiblemente, no sabía que Schutz se había retractado.