Yo, Galileo Galilei, abandono la falsa opinión de que el Sol es el centro y está inmóvil. Abjuro, maldigo y detesto los dichos errores”. El 22 de junio de 1633, acusado por los inquisidores por defender la (censurada) teoría copernicana de que la Tierra gira alrededor del Sol, el astrónomo fue obligado a renegar públicamente y de rodillas de sus creencias ante el tribunal de la Santa Inquisición. Así logró que le conmutaran la cadena perpetua por el arresto de por vida en su domicilio. «Y sin embargo se mueve», cuenta la leyenda que añadió después de salir del juicio.

En las últimas semanas han sido varios los independentistas que han renegado ante la justicia de la teoría de la unilateralidad. Los últimos en hacerlo han sido el exconsejeros de Interior Joaquim Forn y los Jordis. Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, argumentó que vistas las consecuencias del 1-O y de la DUI el único referéndum válido sería el que convocara el Gobierno español, mientras que Jordi Sànchez, diputado electo y expresidente de la ANC, ha sentenciado que renunciaría al escaño si se optara por la vía unilateral. Algo que también haría el exconsejero Forn, que señaló muy gráficamente que se «bajaría del tren»si se vuelve a las andadas.

Pero esta misma semana se han bajado del mismo tren la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y el exconseller de Justicia Carles Mundó. Advertida de que, en virtud de su libertad condicionada, no debe realizar nada que pueda ser considerado reincidente, Forcadell ha esperado hasta ver qué pinta tiene la legislatura entrante para decidir si seguía o no al frente de la Mesa. Y ante los riesgos legales que puede suponer para la presidencia de la Cámara catalana, ha decidido no repetir. Lo mismo ha ocurrido con Mundó. Tras salir de prisión, ha pasado de estar en las quinielas para relevar a Forcadell, a renunciar al acta de diputado al ver los nubarrones que se atisban en el horizonte.

En esta estación del proceso secesionista se ha apeado también el que fue su maquinista, Artur Mas. El expresidente, que dejó esta semana la presidencia del PDECat, hace tiempo que reclama abandonar la unilateralidad y replegarse para ampliar la base social. «No haber pasado del 50% nos obliga a entender que no podemos implementar la independencia en el cortísimo plazo», explicó en la rueda de prensa de su adiós.

La duda que subyace es si el bloque independentista ha renunciado a la unilateralidad o no. El PDECat ya había apostado por aparcarla y la obcecación de Carles Puigdemont y JxCat por esa vía es para el partido un incordio del que de momento no pueden renegar abiertamente. Primero, por los resultados electorales del expresident, que superaron todas las expectativas. Y segundo, porque está por ver cómo termina el culebrón de la investidura. En cualquier caso, fuentes del partido atribuyen las declaraciones de los presos a su necesidad de «hacer lo que puedan» para salir.

CRÍTICAS DE LA CUP / La CUP empiezan a inquietarse ante la falta de concreción sobre si se va «desplegar la república». «Es muy irresponsable que no se esté explicando claramente cuál será el programa de actuación para los próximos años», criticó ayer la diputada electa Maria Sirvent a Europa Press.

A la espera de si esa república declarada se despliega o no, de momento lo ya tiene es una web, la del Govern de la República. El expresident ha anunciado la puesta en funcionamiento de este canal de información del «Govern legítimo». Lo ha hecho en pleno debate sobre su investidura telemática el día en que se celebraba en Bruselas la primera reunión de diputados de JxCat para preparar la estrategia de cara a la constitución del Parlamento catalán y la posterior investidura del nuevo presidente.

La obra que le costó el proceso judicial a Galileo se llamaba Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo. Habrá que ver si la nueva etapa política está presidida por el diálogo entre los sistemas políticos catalán y español o si el enfrentamiento se mantiene.