Ante los portavoces de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y ERC, Joan Puigcercós, Zapatero se desenvolvió sin la tensión de su cuerpo a cuerpo con Rajoy. Con el primero, porque pese a sus reproches utilizó un tono cordial; con el segundo, no sólo porque es socio del Gobierno, sino por su voluntad de reforzar esta alianza.

Tanto a Duran como a Puigcercós les prometió que habrá acuerdos sobre la financiación autonómica y el Estatuto de Cataluña, pero por separado y "por orden". La financiación se tratará en la conferencia de presidentes y se negociará para que entre en vigor en el 2007.

Mientras a Duran le reprochaba los pactos de CiU con el PP, al portavoz de ERC le agradeció su "generosidad" con el PSOE. Le prometió regular que las películas extranjeras se doblen en las lenguas cooficiales y apoyó que se usen con límites en el Congreso.